Llegaron los 50... ¿Me muevo o no me muevo?
Cuando llegan los 50 existe un cierto temor a realizar actividad física. Distintas cuestiones se presentan : Inseguridad, miedo, cansancio, frustración, nostalgia por el paso del tiempo, entre otras... pero la que mas engloba este predicamento es "se me paso el tren". Y debo decirte, mi fiel lector, que todo eso es erróneo.
Cuando el cuerpo llega a los 50 años es muy importante que lo cuides lo valores y por sobre todas las cosas célebres el poder disfrutar de la vida, y estar en movimiento es la mejor honra; ¿por qué? Porque básicamente mantenerse activo después de los 50 es crucial para la salud cardiovascular, la fuerza muscular y ósea, y el equilibrio, previniendo así posibles caídas. También mejora el metabolismo, el control de peso y las funciones cognitivas. Además, reduce el estrés, la ansiedad y la depresión, contribuyendo a una mayor independencia y calidad de vida. Por lo tanto llegamos a la conclusión de que no envejecemos por movernos sino por dejar de hacerlo.
Mantener una continuidad es la clave de generar un hábito y así lograr las metas deseadas.
Mi consejo, que no pediste pero te lo daré igual... es: busca lugares y espacios donde te sientas cómodo, donde la disciplina te ayude a entusiasmarte, donde puedas desarrollar tu mayor potencial, donde sea un placer entrenar y no una obligación, y por sobre todo, donde célebres cada día el estar en movimiento. Si nunca hiciste actividad, no te preocupes, hay espacios donde podes empezar de 0 e ir avanzando a tu ritmo, y si ese lugar no es lo que necesitas... no te rindas, seguí buscando tu espacio. En conclusión, a los 50 tu fuerza y vitalidad no disminuyen, se transforman! Entrenar ahora es invertir en años de vida plena, energía inagotable y una versión de ti que te sorprenderá. ¡Demuéstrale al mundo y a ti mismo de lo que eres capaz!
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