Dos reconocidos restaurantes porteños cierran sus puertas por caída del consumo
Franca y Sál, dos restaurantes premiados por la Guía Michelin, cierran sus puertas por la crisis económica.
La crisis económica que atraviesa la Argentina sigue afectando a distintos sectores y, esta vez, golpeó de lleno a la alta gastronomía. Franca y Sál, dos restaurantes de la Ciudad de Buenos Aires reconocidos por la Guía Michelin, anunciaron el cierre definitivo de sus puertas.
Ambos establecimientos habían sido destacados por su excelencia culinaria, originalidad y compromiso con la calidad, atributos que les valieron un lugar en la prestigiosa guía internacional. Sin embargo, ni los elogios ni el reconocimiento fueron suficientes para resistir un contexto económico cada vez más complejo.
Según fuentes del sector, la inflación, el aumento sostenido de los costos operativos y la fuerte caída del consumo fueron factores determinantes en la decisión. La situación despierta preocupación entre empresarios y trabajadores gastronómicos, ya que muestra que incluso los proyectos más exitosos y consolidados enfrentan serias dificultades para sostenerse.
El cierre de Franca y Sál marca un nuevo capítulo en la delicada realidad del rubro en el país y pone en evidencia los desafíos que enfrentan los emprendimientos gastronómicos en un escenario económico adverso.