Un beneficio acotado y concentrado

La baja de retenciones anunciada por el Gobierno a comienzos de la semana pasada se desactivó en apenas 72 horas y generó una sensación generalizaqda de insatisfacción en el agro, ya que los principales beneficiados fueron un puñado de grandes exportadores.

En ese sentido, el vicepresidente de la Sociedad Rural, Marcos Pereda, sostuvo que la medida “no fue pensada para los productores” y que se trató de “un armado de emergencia” para obtener dólares de forma inmediata.

Fue una medida de emergencia y todos lo sabemos. El Gobierno estaba realmente muy complicado y tenía que sacar un conejo de la galera”, aseguró el directivo, en diálogo con el diario Ámbito Financiero. Explicó que “los que manejan la billetera del sector agropecuario son cinco, seis, máximo diez exportadores grandes” y que la medida “claramente no fue para el productor”.

Asimismo, advirtió que “estas distorsiones, que además son ventanas, son mucho peores, porque armás un embudo” donde las empresas que saben operar en escenarios volátiles obtienen beneficios desproporcionados.

Exportadores versus productores

El dirigente rural precisó que mientras los productores alcanzaron a vender unas 2,5 millones de toneladas, los exportadores anotaron cerca de 17 millones en declaraciones juradas. “La diferencia es abismal”, recalcó.

Pereda remarcó que “como mínimo hay que investigar, hay que transparentar y aclarar” si existieron irregularidades, ya que por cada DJVE “tiene que haber habido primero una compra”. Según su análisis, “se está haciendo la vista gorda” y los exportadores se quedaron con una ganancia de 40 a 50 dólares por tonelada.

Malestar. El vicepresidente de la Sociedad Rural Argentina expresó el rechazo de los productores por la medida del Gobierno.
Malestar. El vicepresidente de la Sociedad Rural Argentina expresó el rechazo de los productores por la medida del Gobierno.
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Malestar en el campo

El vicepresidente de la Sociedad Rural aseguró que la medida generó fuerte enojo entre los productores. “Los productores quedaron re calientes, se ve en todas las redes sociales. ¿Por qué tengo que entregar mi soja a u$s330, cuando podría estar entregándola a u$s375?”, se preguntó.

Incluso rechazó el argumento oficial de que, si no les gusta el precio, no vendan: “Para eso tampoco vamos a producir, el año que viene ya mejor ni producir”, ironizó.

La presión internacional y el rol de EE.UU.

Pereda también dejó entrever la influencia externa en la decisión del Gobierno: “Los indicios que hay en favor de eso es primero el tuit de Bessent y, segundo, que Estados Unidos estaba en el período que entrega su soja a China. De pronto aparecieron las 3 millones de toneladas vendidas que se vuelcan al mercado, y bueno, te afecta”.

Perspectivas hacia adelante

El dirigente concluyó que, si bien la medida no significa “el fin del mundo”, generó “distorsiones y enojo” en el sector. “Creo que este Gobierno está saliendo de la mejor manera posible, pero no se dan cuenta que detrás de cada tonelada de soja hay trabajo, esfuerzo y empleo, no es lo mismo que un bono financiero”.