El plan de retiros voluntarios impulsado por el Gobierno en la ex AFIP-ARCA no alcanzó las expectativas oficiales. Solo 840 empleados aceptaron la oferta, una cifra muy por debajo de los 1500 que el vocero presidencial, Manuel Adorni, había anticipado como objetivo.

La medida forma parte del ajuste implementado por la administración de Javier Milei, que ha llevado adelante una fuerte reducción del aparato estatal bajo la consigna de la "motosierra" y buscando dejar la plantilla en 3,100 . Según fuentes del Gobierno, la baja adhesión al plan podría significar que se evalúen nuevas estrategias para reducir la planta de empleados en el organismo.

Desde los gremios estatales, señalaron que la oferta de retiro no resultó atractiva para la mayoría de los trabajadores, ya que las indemnizaciones y compensaciones ofrecidas no garantizaban estabilidad económica a quienes aceptaran el retiro.

El Ejecutivo, por su parte, sostiene que continuará con su plan de reducción del gasto público y no descarta futuras medidas de ajuste en otros organismos del Estado.