El Hospital Garrahan confirmó que presentó una denuncia formal ante la Justicia contra la radio Futurock, respaldando las acusaciones del vocero presidencial, Manuel Adorni, por una transmisión realizada desde el ingreso del establecimiento. En un comunicado oficial, el centro de salud acusó a la emisora de vulnerar la privacidad de niños y familias, generar ruidos molestos y entorpecer la dinámica habitual del hospital. Además, revelaron que Futurock conectó su equipo a la red eléctrica del Garrahan sin autorización, agravando la controversia.

El comunicado del Hospital Garrahan destacó un hecho clave: la transmisión se llevó a cabo a pesar de que las autoridades del centro habían solicitado previamente a los responsables de Futurock que se abstuvieran de realizarla. Esta desobediencia, según el hospital, comprometió el cuidado de los pacientes y alteró el funcionamiento normal del establecimiento, uno de los más importantes en pediatría de América Latina. La denuncia apunta a esclarecer las responsabilidades legales de la emisora por estas acciones.

La controversia comenzó el pasado jueves, cuando Manuel Adorni anunció que el Garrahan tomaría medidas legales contra Futurock, sentenciando: “Nada ni nadie puede anteponerse al cuidado de los pacientes”. La transmisión cuestionada tuvo lugar en el marco de una jornada de lucha de los trabajadores del hospital, quienes, según la periodista Julia Mengolini, buscaban visibilizar su reclamo en defensa de la salud pública. Mengolini justificó la emisión desde el ingreso del establecimiento como un acto de apoyo a la causa, pero esta explicación no evitó el malestar de las autoridades hospitalarias.

El caso ha desatado un intenso debate en redes sociales, particularmente en X, donde usuarios como @SaludPúblicaAR criticaron la actitud de Futurock: “Es inaceptable usar la red eléctrica del Garrahan y afectar a los niños. La privacidad debe respetarse”. Otros, como @LibertadFM, defendieron a la emisora: “Mengolini quiso dar voz a los trabajadores. La denuncia parece una forma de silenciar el reclamo”. Estas reacciones reflejan la polarización en torno al conflicto, que combina cuestiones de ética periodística, derechos laborales y protección de pacientes.

Organizaciones como el Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) han señalado en informes recientes que las coberturas en espacios sensibles, como hospitales, deben priorizar el respeto a la privacidad y evitar cualquier acción que interfiera con la atención médica. La denuncia del Garrahan pone en el centro este debate, mientras la Justicia deberá determinar si la transmisión de Futurock incurrió en irregularidades legales.

Mientras el caso avanza en el ámbito judicial, el Hospital Garrahan reafirma su compromiso con el cuidado de los pacientes, y las autoridades esperan que la denuncia siente un precedente sobre el uso responsable de los espacios públicos en instituciones de salud. Por su parte, Futurock enfrenta un desafío reputacional, en un episodio que pone en tensión la libertad de expresión y el respeto por los derechos de los niños y sus familias en un contexto de alta sensibilidad social.