Florencio Randazzo, exministro del Interior y Transportes de la Nación, criticó la decisión del presidente Javier Milei de disolver la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) a través del Decreto 461/2025, que también eliminó la Dirección Nacional de Vialidad (DNV) y la Comisión Nacional de Tránsito y Seguridad Vial.

Randazzo argumentó que la ANSV, establecida en 2008, fue fundamental en la implementación de medidas de seguridad clave como el uso obligatorio del cinturón de seguridad, los controles de alcoholemia y un sistema nacional de licencias de conducir, que redujo las muertes en carretera.

X de Florencio Randazzo

Enfatizó que "no todo en el Estado es malo" y destacó el papel de la agencia en la realización de miles de controles en carretera y la colaboración con los fabricantes de automóviles para equipar los vehículos nuevos con sistemas de recordatorio de cinturones de seguridad.

Randazzo advirtió que el desmantelamiento de estas instituciones fue un error, ya que "funcionaban bien" y eran críticas para la seguridad vial.

Otros, como el ex director de ANSV Pablo Martínez Carignano, se hicieron eco de estas preocupaciones, calificando el cierre de "demencial" y advirtiendo sobre el aumento de los accidentes de tráfico debido a la reducción de la supervisión y el mantenimiento.

Los sindicatos, como el Sindicato de Trabajadores de la Carretera dirigido por Graciela Aleñá, también criticaron la medida, pronosticando "caminos de la muerte" y la pérdida de más de 5.500 empleos, argumentando que prioriza la privatización sobre la seguridad pública.

“Nos vamos a morir todos en las rutas argentinas, es una vergüenza. Mienten con nuestras funciones y está armado este decreto para hacer negocios, como fue también desviar escandalosamente el Impuesto a los Combustibles, que son miles de millones de pesos, a otros fines que no fueron las rutas”, afirmó la dirigente sindical.

En la misma línea se pronunció la Confederación General del Trabajo (CGT) que en un duro comunicado denunció el despido de miles de trabajadores y cuestionó la disolución de la Dirección Nacional de Vialidad (DNV), de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) y de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), que se fusionaron con otras áreas y perdieron la jerarquía de organismos descentralizados.

Según advirtió la CGT, el cierre de estos organismos y su “abandono derivará en más accidentes y peligro para millones de personas que transitan día a día” las rutas nacionales.

El comunicado, que lleva la firma del Consejo Directivo encabezado por Héctor Daer, califica la medida como “un ataque directo al modelo de país federal que defendemos” y advirtió que su implementación “deja en vilo a miles de trabajadores cuyas funciones y tareas en cada una de las rutas de la Argentina son fundamentales para la prevención de accidentes automovilísticos, una de las principales causas de muerte en nuestro país”.

El gobierno, a través de su vocero Manuel Adorni, justificó los cierres como parte de una reestructuración estatal más amplia para recortar el gasto público, eliminar funciones redundantes y combatir la corrupción en la obra pública, citando el caso de corrupción "Vialidad".

Las responsabilidades de mantenimiento y construcción de carreteras se transfirieron al Ministerio de Economía, mientras que el control del tráfico se trasladó a la Gendarmería Nacional, y se creó una nueva Agencia de Control de Concesiones y Servicios de Transporte Público para supervisar las concesiones.