La CGT en caída libre: no logró que ningún dirigente sindical entre en las listas del peronismo para las legislativas bonaerenses
En lo pasillos sindicales crece la bronca contra Kicillof y la sensación de que el eterno anhelo de poner sindicalistas en las listas del peronismo otra vez se les esfuma de las manos. Delegados estatales tanto de ATE como UPCN se quedan con sabor a poco apesar de los esfuerzos de Andrés Rodríguez de acercarse al gobernador de Buenos Aires. El único dirigente con ciertas chances está número 12 en la lista. Detalles y testimonios en la nota.
En una muestra evidente de debilitamiento político, la Confederación General del Trabajo (CGT) no logró colocar a ninguno de sus dirigentes de peso en las listas de legisladores provinciales para las elecciones de septiembre en la provincia de Buenos Aires.
La situación ha generado un profundo malestar en el seno de la central obrera, donde varios referentes sindicales se sienten relegados y traicionados por el gobernador Axel Kicillof, a quien la CGT respaldó sistemáticamente durante su gestión.
"A los sindicalistas siempre nos dejan afuera", se lamentó un dirigente estatal en reserva, sintetizando la frustración que recorre los pasillos sindicales tras las definiciones electorales y el hermetismo que prefieren mantener los sindicalistas frente al tema.
"Nos volvimos con las manos vacías", agregó, sin disimular la bronca pero sin quedar mayores precisiones un delegado de ATE que trabaja en un importante organismo de salud y que avisa además que seguramente participen de la marcha del 7 de Agosto a San Cayetano.
La gran pregunta que ronda entre varios gremialistas es: ¿De qué sirvió tanto apoyo político al gobernador?
Los cuestionamientos no solo apuntan a la falta de lugares en las listas, sino también a los costos que viene soportando el sindicalismo en su respaldo al oficialismo. Entre ellos, aceptar negociaciones paritarias con incrementos por debajo de la inflación, bajo presión de una militancia que ya muestra señales de impaciencia. Esa tensión también se hace sentir en gremios como ATE y SUTEBA, donde las bases ya no aceptan con la misma docilidad las decisiones de sus conducciones.
El único sindicalista con chances
El único dirigente con una chance remota de acceder a una banca es Pablo Boschi, referente del Sindicato del ACA (SUTACA), miembro de las 62 Organizaciones Peronistas de La Matanza y exconcejal en dos períodos del distrito más populoso del país. Boschi figura en el puesto número 12 en la lista de candidatos a diputados provinciales por la Tercera Sección Electoral, donde con suerte entrarían nueve legisladores. Su lugar en la boleta es, hasta el momento, lo más cerca que estuvo la CGT de tener representación legislativa en esta elección.
“Fue todo muy duro, como suele ser en el peronismo, pero se dio la chance de que el movimiento obrero, las 62, tenga un lugar” relató Boschi al medio El Uno.
Lo cierto es que, más allá del gesto testimonial, el sindicalismo tradicional se quedó afuera. La CGT pagó el costo político de sostener sin fisuras a un gobierno que no le devolvió lo mismo en términos de lugares de poder. En el tablero de Kicillof, los dirigentes gremiales parecen haber sido descartados.
La pregunta que se hacen puertas adentro es si esta será una señal de ruptura o simplemente otro capítulo de desilusión. Por ahora, reina el silencio, pero el fastidio acumulado sugiere que la relación entre Kicillof y el movimiento obrero organizado está entrando en zona de turbulencias.