La CGT y la marcha a San Cayetano: críticas a las políticas laborales del gobierno de Milei
Con ecos de la histórica movilización a San Cayetano de 1981 encabezada por Saúl Ubaldini contra la dictadura militar y masticando bronca por no haber sido incluida en las listas peronistas bonaerenses, La CGT busca sumarse a la UTEP y movimientos sociales en rechazo de las políticas laborales y económicas de Milei.
Aun con enojo por quedar excluida de las listas para las elecciones legislativas bonaerenses, La Confederación General del Trabajo (CGT) busca ser parte de la tradicional marcha a San Cayetano el próximo 7 de agosto.
La marcha convocada por la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP) junto a diversas organizaciones sociales bajo la consigna “Pan, Paz y Trabajo” podría convertirse en una nueva expresión de rechazo al modelo económico y laboral impulsado por el gobierno de Javier Milei.
En un comunicado reciente La Bancaria confirmo su presencia en la marcha y resaltó “Desde nuestro Sindicato siempre hemos denunciado el impacto devastador del modelo económico que lleva adelante el gobierno de Javier Milei, cuyas políticas están orientadas al ajuste brutal, el vaciamiento del Estado y la entrega del patrimonio nacional. Frente a esto, reafirmamos la necesidad de una respuesta unificada de todos los sectores del pueblo trabajador”.
Según fuentes presentes en la reunión de más de 40 gremios en la sede del sindicato de la UOCRA, conducido por Gerardo Martínez donde se definió la medida, la marcha partiría desde distintos puntos de la Ciudad de Buenos Aires y tendría como destino la iglesia de San Cayetano, en el barrio porteño de Liniers.
En principio, no estaría previsto que las columnas se dirijan hacia la Plaza de Mayo como si lo hará la UTEP y como ocurrió en otras oportunidades, por lo que la protesta concluiría frente al santuario, lugar emblemático para los reclamos populares.
La histórica marcha de 1981
Con la participación de la CGT, el acto adquirirá un fuerte peso simbólico e histórico. La movilización remitiría a la recordada jornada del 7 de noviembre de 1981, cuando miles de trabajadores, encabezados por Saúl Ubaldini, marcharon por “Pan, Paz y Trabajo” durante la última dictadura militar, en uno de los primeros grandes gestos públicos de resistencia obrera al régimen.
Voceros gremiales habrían manifestado su preocupación por el impacto de las políticas oficiales: pérdida de empleo, caída del salario real y un crecimiento sostenido de la pobreza serían algunos de los ejes de la crítica. En tanto, desde la UTEP remarcarían que la situación de los trabajadores informales y de la economía popular es cada vez más insostenible.
En definitiva, con la CGT unida a la movilización, el 7 de agosto podría marcar un nuevo capítulo en la reconfiguración del frente social y sindical, con un llamado a la unidad en defensa de los derechos laborales y la justicia social.