La herida que cambió su vida

El fotoperiodista Pablo Grillo fue alcanzado en la cabeza por un cartucho de gas lacrimógeno disparado por el gendarme Héctor Guerrero, cuando cubría la marcha de jubilados y pensionados del 12 de marzo frente al Congreso. El uniformado está acusado por tentativa de homicidio.

Desde entonces, su estado de salud se deterioró drásticamente. Según relató su madre en la carta, “Pablo ya no es él… No come, se olvidó de comer y apenas si puede hablar”.

La carta a la jueza María Romilda Servini

En el escrito dirigido a la magistrada, María del Carmen Bucceroni expuso con crudeza el impacto que la agresión tuvo en la vida de su hijo y de toda la familia. “Mi hijo estaba ejerciendo su trabajo al igual que el gendarme, con la diferencia de que mi hijo tenía en su mano una cámara fotográfica y Guerrero un arma letal que casi mata a mi hijo”, expresó.

En otro pasaje, remarcó: “Hoy sus sueños ya no están, desaparecieron ese 12 de marzo cuando un hombre se los arrebató con ese tiro funesto”.

Destinataria. La carta está dirigida a la jueza federal María Romilda Servini, a cargo de la investigación del hecho.
Destinataria. La carta está dirigida a la jueza federal María Romilda Servini, a cargo de la investigación del hecho.

Acusaciones contra Patricia Bullrich

La madre también vinculó la responsabilidad política de lo sucedido a la ministra de Seguridad: “Guerrero es el brazo ejecutor de las órdenes nefastas de Bullrich, esta mujer y su banda nos cambió la vida como familia”.

Además, pidió a la jueza que garantice justicia: “Pablo dejó de ser Pablo… No busco venganza, quiero y queremos justicia por Pablo”.

Reclamo de justicia y memoria

El caso sigue siendo investigado en los tribunales, donde la familia reclama que se avance con el proceso judicial contra Guerrero y se reconozca la gravedad de lo ocurrido. En su carta, la madre concluyó: “Señora jueza, sólo pedimos justicia y sabe una cosa: él solo tenía una cámara de fotos”.