Luego del intento de cierre, trabajadora del Bonaparte explica el estado actual de la lucha en el Hospital
En una entrevista exclusiva, Julieta, trabajadora social del Hospital de Salud Mental de la Ciudad de Buenos Aires, Laura Bonaparte, expone la situación crítica que enfrentan los trabajadores de esta institución ante la posibilidad de cierre impulsada por el gobierno de Javier Milei. La noticia ha generado gran preocupación en la comunidad, ya que el hospital es una pieza clave en la atención de salud mental en la capital argentina.. "El impacto emocional que esto genera es enorme. No solo tenemos miedo de perder nuestro trabajo, sino que también tememos por los pacientes, que quedarían sin acceso a un servicio esencial" explica Julieta.
El Hospital Nacional en Red 'Licenciada Laura Bonaparte' es el único hospital nacional de salud mental dependiente del Estado argentino en el Área Metropolitana de Buenos Aires y ha sido, durante años, un referente en el area en Buenos Aires, brindando atención especializada a miles de personas. La posibilidad de su cierre ha generado preocupación en distintos sectores sociales y médicos, que ven en esta decisión un retroceso en la política de salud pública de la ciudad.
'Soy trabajadora social del Hospital Laura Bonaparte.Trabajo en el dispositivo de atención a la demanda espontánea y también coordino a un grupo de mujeres en situación de violencia de género. Lo que pasó a partir del 4 de octubre, que fue el día que nos enteramos de que existía la posibilidad de que el hospital se cierre por medio de un decreto el siguiente lunes, es un proceso que empezó con una asamblea de todos los trabajadores' nos cuenta Laura y nos explica que 'Es una asamblea que hasta ese día no existía. Cada uno se organizaba en su sindicato. Estaba ATE y estaba UPCN en el hospital y después nos encontrábamos, bueno, en espacios de trabajo, de formación'.
La trabajadora social detalló que la incertidumbre sobre el futuro del hospital está afectando tanto a los trabajadores como a los pacientes. 'El impacto emocional que esto genera es enorme. No solo tenemos miedo de perder nuestro trabajo, sino que también tememos por los pacientes, que quedarían sin acceso a un servicio esencial.Lo que viene pasando en relación al desfinanciamiento y el ajuste en salud pública, nosotros y nosotras lo veníamos sintiendo también en el hospital, en el sentido de que ya se había cerrado un dispositivo territorial. Sufrimos el despido de 33 compañeros'