Una policía encargada de la custodia en el juicio por la muerte de Diego Maradona realizó una declaración explosiva durante la suspensión de una semana del proceso, revelando que dos personas, Juan Manuel D’Emilio y María Vidal Alemán, estarían grabando un documental bajo la autorización de la jueza Julieta Makintach. 

La denuncia apunta a posibles irregularidades en el debate oral, que ya enfrenta tensiones por recusaciones y cambios en la conducción del Tribunal. En un documento enviado por el abogado Rodolfo Baqué, la policía M.D.B. detalló que el jueves 15 de mayo, tras el cese de la audiencia, identificó a D’Emilio y Alemán como parte de un grupo de cuatro personas señaladas por filmar el juicio, una acción prohibida según el juez Maximiliano Savarino, quien advirtió que no se podían grabar ni tomar fotos durante las declaraciones de testigos. 

La policía, asignada al ingreso de la sala de Tribunales desde el inicio del juicio, afirmó que ambos ingresaron como “escritores” y no como periodistas, según la lista oficial. La declaración destaca que D’Emilio y Alemán habrían sido “enviados” por Makintach, quien está en el centro de la controversia por su supuesta vinculación con la producción del documental y por haber cambiado su rol de jueza vocal a presidenta del Tribunal el 15 de mayo. 

La policía relató que, el primer día del debate, vio a una persona con una “cámara grande” grabando y, al intervenir, la custodia de Makintach le mostró un mensaje de la jueza en su celular que decía: “Decile a la custodia del TOC 3 que deje a mi gente.” Tras esto, la persona bajó la cámara, pero la grabación no autorizada generó malestar.

El incidente del jueves, cuando Makintach asumió la presidencia tras un cuarto intermedio, intensificó las sospechas. Al retomar la audiencia, la jueza pidió “disculpas por el descontento”, sin aclarar detalles. La policía describió la organización de la sala, con un separador rojo que divide al público, defensores y querella, y confirmó que D’Emilio y Alemán estaban presentes, respaldados por la custodia de Makintach. 

Este escándalo amenaza con complicar aún más el juicio, que busca esclarecer las circunstancias de la muerte de Maradona en 2020 y ya enfrenta cuestionamientos por su imparcialidad. La denuncia de la policía pone en tela de juicio la conducta de Makintach y la transparencia del proceso judicial, alimentando las críticas de las partes involucradas. 

Mientras el juicio permanece en suspensión, las autoridades deberán determinar si las grabaciones constituyen una violación de las normas establecidas y si la intervención de la jueza compromete la integridad del debate oral, en un caso que sigue captando la atención de la opinión pública nacional e internacional.