La paralización casi total de la obra pública, junto con la retracción del sector privado, impacta de lleno en el empleo y la cadena de valor.

El Gobierno nacional mantiene un freno sostenido a la inversión en infraestructura, una política que ha profundizado la recesión en una de las industrias clave para el crecimiento económico. Además, los insumos básicos para la construcción registraron caídas de hasta un 44% en su demanda, reflejo del desplome generalizado de la actividad.

Crisis de la construcción.
Crisis de la construcción.

Empresarios del rubro advierten que no se observa una recuperación en el corto plazo. Con la obra pública detenida y el financiamiento privado en baja, muchas constructoras han paralizado proyectos o directamente cerrado operaciones.

¿Por qué la construcción está en crisis?

  • Freno a la obra pública: El ajuste fiscal implementado por el Gobierno eliminó buena parte del presupuesto destinado a infraestructura.
  • Caída de la inversión privada: La incertidumbre económica y la falta de crédito limitan nuevos desarrollos inmobiliarios.
  • Desplome en la demanda de materiales: Cemento, hierro y ladrillos presentan bajas históricas en ventas, con retrocesos de hasta 44%.

Consecuencias directas en el empleo

Según el Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (IERIC), el sector perdió más de 56 mil empleos registrados entre enero y julio, llevando la plantilla a su nivel más bajo en más de una década.

Perspectivas: ¿Qué puede pasar en los próximos meses?

Analistas señalan que la recuperación dependerá de una reactivación de la obra pública o del regreso de inversores privados, algo que por ahora parece lejano. Mientras tanto, la crisis en la construcción sigue profundizándose, con efectos negativos en empleo, consumo y desarrollo urbano.