Bullrich minimizó la marcha de apoyo a CFK: "Hubo 48 mil personas"
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, desestimó la magnitud de la marcha en respaldo a Cristina Fernández de Kirchner en Plaza de Mayo, asegurando que asistieron “como máximo 48.000 personas” y tildó la movilización como un intento de “tiranía de la calle”.
La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, le restó importancia a la movilización realizada el último miércoles en respaldo a la expresidenta Cristina Kirchner, tras la confirmación de la condena en su contra en la Causa Vialidad, y estimó que “como máximo” hubo 48 mil personas presentes en Plaza de Mayo, cifras que contrastan con las brindadas por los organizadores que la ubican alrededor de 500 mil.
De acuerdo con cálculos “geométrico-matemáticos” basados en la cantidad de personas por metro cuadrado, Bullrich afirmó que la asistencia a la convocatoria fue considerablemente menor que la sostenida por los organizadores y calificó a la protesta como un “intento de tiranía de la calle”, al argumentar que busca desestabilizar al Gobierno y desafiar una decisión judicial que, tras varias instancias, derivó en el procesamiento y condena de la expresidenta.
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Por otro lado, la funcionaria ratificó que se descontará el día a los empleados estatales que participaron en la marcha, reafirmando la postura del Gobierno de no tolerar interrupciones al orden público.
En cuanto al operativo de seguridad, Bullrich informó que trabajó en conjunto con el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para garantizar el funcionamiento normal de los accesos a la capital, que “por el momento” operaban sin inconvenientes. Sobre la situación en el domicilio de Fernández, donde se han registrado aglomeraciones y apariciones de la expresidenta en su balcón, la ministra señaló la necesidad de ordenar la zona para evitar “descontrol” y garantizar “pulmones estériles”, impidiendo que personas se suban a techos o terrazas. “Eso tiene que cambiar”, sentenció.
Respecto al proceso de encarcelamiento de Fernández, Bullrich explicó que el juez Jorge Gorini ordenó la colocación de una tobillera electrónica, un sistema gestionado por la Subsecretaría de Asuntos Penitenciarios del Ministerio de Seguridad. La ministra precisó que personal civil se encargará de instalar el dispositivo una vez recibido el oficio judicial, que hasta la mañana del 18 de junio no había llegado. “Hay una central desde donde se monitorean todas las pulseras”, agregó, destacando que la medida es estándar para presos en prisión domiciliaria.
La marcha, convocada tras la confirmación de la condena por la Corte Suprema, contó con la presencia de figuras como Máximo Kirchner, Sergio Massa y gobernadores peronistas, quienes expresaron su respaldo a Fernández. La expresidenta, en un mensaje grabado, prometió “volver con más sabiduría y unidad” y criticó al Gobierno de Javier Milei, calificándolo de “insostenible”. Bullrich, por su parte, insistió en que las movilizaciones no alterarán la decisión judicial y acusó al kirchnerismo de actuar “al filo de las actitudes democráticas”, buscando generar inestabilidad en un país que, según ella, está logrando objetivos como reducir la inflación.
El operativo de seguridad incluyó controles en los accesos a la Ciudad, con requisas a micros y vehículos, lo que generó críticas de sectores como La Cámpora, que denunciaron “intimidación” por parte de las fuerzas federales. Bullrich defendió las acciones, asegurando que se limitaron a verificar la habilitación de los transportes y desmintió que se haya preguntado por la afiliación política de los manifestantes. Este episodio refuerza las tensiones entre el Gobierno y el kirchnerismo, en un contexto de polarización política y debate sobre el rol de las protestas en la democracia argentina.