La ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner destacó la visita del mandatario brasileño Luiz Inácio ‘Lula’ da Silva como un gesto de alto contenido político. 

Su visita fue mucho más que un gesto personal, fue un acto político de solidaridad”, afirmó desde sus redes sociales, al compartir imágenes del encuentro mantenido en su domicilio, donde cumple prisión domiciliaria por la causa conocida como “Vialidad”.

Cristina enfatizó el paralelismo entre su situación judicial y la de Lula. “Tanto a él como a mí nos hicieron lawfare, lo llevaron preso e intentaron callarlo, pero no pudieron”, escribió, recordando que el líder del Partido de los Trabajadores (PT) regresó al poder en Brasil “con el voto del pueblo brasileño”.

Críticas al Poder Judicial y al gobierno libertario

En su publicación, la también titular del PJ Nacional apuntó nuevamente contra la justicia argentina. “Estoy bajo detención domiciliaria por decisión de un Poder Judicial que hace tiempo dejó de disimular su subordinación política y se convirtió en un partido político al servicio del poder económico”, denunció.

Además, alertó sobre el rumbo institucional que, a su entender, atraviesa la Argentina. Habló de una “auténtica deriva autoritaria” y advirtió sobre la existencia de un “terrorismo de Estado de baja intensidad”, que atribuyó al accionar del Gobierno de Javier Milei.

Patricia Bullrich, Espert y la criminalización de la protesta

Cristina Kirchner también cuestionó la detención de mujeres militantes vinculadas al escrache contra el diputado libertario José Luis Espert. Señaló que fue una acción coordinada entre el legislador y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich: “Todas ellas mujeres, jóvenes y militantes. Lo hizo a pedido de Espert, para quien sus opositores solo merecen cárcel o bala”.

X de Cristina Kirchner

Una advertencia sobre la democracia y el modelo económico

La ex presidenta defendió el legado democrático argentino y advirtió que está siendo socavado desde dentro. “Nos costó demasiado construir la democracia como para permitir que ahora la desmantelen paso a paso”, señaló, y agregó: “Un gobierno que se dice libertario, pero que solo le da libertad a los más ricos”.

Según su visión, la Argentina se está convirtiendo en un “experimento continental” al servicio del Fondo Monetario Internacional y los intereses financieros internacionales. “Hoy quieren que nuestro país sea el banco de pruebas de Milei y los Caputo Boys con salarios de hambre, privatización total, entrega absoluta”, comparó, evocando la experiencia chilena bajo Augusto Pinochet.

Un llamado a la organización colectiva

Cristina Kirchner cerró su mensaje con una arenga política y un mensaje esperanzador: “No les va a salir bien. Y saben que si el pueblo habla, si se organiza, si se defiende, no van a poder”. Y concluyó con una frase cargada de simbolismo: “Tenemos algo que ellos jamás van a tener: un nosotros. Este nosotros, siempre vuelve. Lula lo demostró en Brasil y nosotros también lo haremos”.