Fumata negra: en medio de tironeos entre las cúpulas, continúan las negociaciones para definir la nueva conducción de la CGT
La puja continúa a menos de 20 días de la renovación de autoridades de la central obrera donde hasta el momento el final es abierto: triunvirato o unicato.
A menos de tres semanas de la renovación de autoridades de la CGT, las negociaciones entre los principales gremios de la central obrera continúan en intensas conversaciones que buscan definir el nuevo formato que adoptará la conducción: unicato o triunviro. Hasta el momento, el final es abierto y no se descarta ningún escenario de cara al 5 de noviembre.
Las tratativas para definir la nueva conducción de la Confederación General del Trabajo (CGT), que celebrará su congreso de renovación el próximo 5 de noviembre, se intensifican entre los gremios más influyentes, que controlan la mayoría de los 1.300 congresales y pueden inclinar la balanza. Cristian Gerónimo, secretario general del Sindicato del Vidrio, enfrenta un veto significativo liderado por Roberto Fernández, titular de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), debido a un ataque a la sede del gremio en diciembre de 2019, perpetrado por una facción disidente respaldada entonces por Pablo Moyano. Pese a este rechazo, Gerardo Martínez (UOCRA), figura clave de los Independientes, impulsa a Gerónimo como representante del sector industrial en un posible triunvirato, lo que subraya la necesidad de renovación en la cúpula cegetista.
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El conflicto entre Fernández y Gerónimo tiene raíces en el asalto de 2019, cuando una facción disidente de colectiveros, con apoyo de Moyano, irrumpió en la sede de la UTA con palos y clavos, y obligó a Fernández a escapar por los tejados. Gerónimo, entonces cercano al hijo de Hugo Moyano, es cuestionado por esta vinculación, aunque él asegura priorizar la "unidad de la CGT": “No voy a ser un impedimento. Yo priorizo el proyecto colectivo”, afirmó. Sin embargo, Luis Barrionuevo, aliado de Fernández, se opuso tajantemente en una reunión reciente: “Ni aunque sean tres, cinco o diez secretarios generales, Gerónimo va a poder ser triunviro”, y dejó clara su oposición a la candidatura del secretario general del sindicato del Vidrio.
La estructura de la futura conducción divide aguas. Los Independientes — Martínez, Andrés Rodríguez (UPCN), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias)— abogan por mantener un triunvirato que equilibre sectores: un industrial (Gerónimo), un representante de servicios (como Jorge Sola del Seguro) y una mujer, con nombres como Maia Volcovinsky (Judiciales) o Marina Jareguiberry (docentes privados). Sin embargo, algunos gremios rechazan la inclusión femenina, argumentando que la “mesa chica” debe priorizar peso gremial. En contraste, Barrionuevo y aliados como Armando Cavalieri (Comercio) insisten en un jefe único, descartando a líderes de gremios industriales como UOM o SMATA por su cercanía al kirchnerismo, y sugiriendo un “tapado” de segunda línea de un gremio relevante.
Hugo Moyano, líder de Camioneros, buscaba incluir a un dirigente propio en el triunvirato, pero su influencia se ve limitada tras el posicionamiento de su hijo "Huguito Moyano" en un lugar expectante en la lista de Fuerza Patria para las elecciones legislativas, lo que sectores de la CGT consideran “cobró con creces”. En este contexto, Barrionuevo reclama 450 congresales, aunque incluye los de UATRE, cuyo líder José Voytenko negocia con los Independientes, como reveló una cena reciente con Rodríguez. Ayer, en UPCN, Rodríguez se reunió con Martínez, Héctor Daer, Gerónimo, Lingeri y Sergio Romero (UDA), cerrando filas por un triunvirato para contrarrestar a Barrionuevo y Cavalieri.
En este marco, un “alivio” financiero llegó desde el Gobierno, que anunció el pago en tres cuotas de una deuda de la Superintendencia de Salud con las obras sociales, que para un gremio grande supera los $5.000 millones. Esta medida, comunicada en la previa del congreso, busca descomprimir tensiones, pero no resuelve las pugnas internas por el liderazgo cegetista, donde la unidad es el discurso oficial pero las objeciones cruzadas persisten.
El congreso de 2021, con 1.300 congresales, marcó el precedente de un triunvirato liderado por Daer, Moyano y Carlos Acuña, que ahora busca renovarse para reflejar la diversidad gremial. La resistencia de Fernández a Gerónimo, respaldada por Barrionuevo, y la apuesta de Martínez por un industrial chocan con propuestas de un líder único, lo que deja un desenlace abierto.