Graciela Ocaña, legisladora porteña y candidata a senadora nacional por Ciudadanos Unidos (aliada al frente Provincias Unidas), lanzó duras críticas al gobierno de Javier Milei en una entrevista concedida a Infobae en plena recta final de la campaña para las elecciones legislativas del 26 de octubre.

Ocaña, conocida por su trayectoria en la lucha contra la corrupción y su experiencia como exministra de Salud y directora del PAMI durante el kirchnerismo, cuestionó directamente la "falta de sensibilidad" del presidente y el impacto negativo de sus reformas en la vida cotidiana de los argentinos.

En la entrevista, Ocaña enfatizó que Milei presenta un "déficit emocional" que lo impide "escuchar a la sociedad", lo cual considera "malísimo para la democracia".

Según sus palabras, este déficit se traduce en una gestión que prioriza el ajuste fiscal sin considerar el costo humano, especialmente para los sectores más vulnerables. Algunos puntos clave:

  • Impacto en jubilados y pensionados: Ocaña denunció que el ajuste se financia principalmente con recortes a las jubilaciones, dejando a los adultos mayores "elegir entre comer o comprar medicamentos". Criticó el veto presidencial a un aumento del 8% en los haberes correspondiente a la inflación de enero de 2024, y el congelamiento del nomenclador para personas con discapacidad, afirmando que "el Estado está presente solo para complicar la vida de los más vulnerables".

En un post en X (anteriormente Twitter) del 23 de septiembre, reiteró: "Un poco más de empatía y menos motosierra".

  • Falta de consensos y diálogo: La candidata escéptica ante el "nuevo espíritu dialoguista" del oficialismo, lo ve como una "estrategia de necesidad más que una convicción real". Insistió en que "los consensos son imprescindibles para transformar la realidad; si el Gobierno no los entiende, no va a poder lograr nada sustancial".

En otro tuit del 10 de octubre, llamó al gobierno a "abandonar los gritos y ser capaz de desarrollar consensos para los cambios que necesita la Argentina".

  • Fragilidad del programa económico: Ocaña admitió la necesidad de reformas (laboral, previsional e impositiva), pero criticó que el ajuste se haga "con motosierra" en lugar de "con bisturí". Señaló la "fragilidad" del modelo, con un dólar anclado para controlar la inflación que genera desconfianza en los mercados y en la sociedad.

En un post del 17 de septiembre, advirtió: "La gente no puede seguir sosteniendo su nivel de vida y el esfuerzo es muy grande. El Gobierno debe reflexionar; bajar un cambio con la motosierra y ejercitar la empatía".

  • Otras denuncias: Acusó al gobierno de no haber tocado los "privilegios de la verdadera casta" (como los sindicales), pese a la promesa electoral de Milei.

En un video compartido en X el 20 de octubre, junto a Martín Lousteau y otros candidatos, reiteró: "Queremos llegar al Congreso para terminar de una vez por todas con los privilegios de la verdadera casta que el gobierno no tocó".

También criticó el gasto en reimprimir boletas electorales (unos 13 mil millones de pesos) por errores del oficialismo, comparándolo con lo que podría destinarse a jubilaciones mínimas o al Hospital Garrahan.

Ocaña se posiciona como parte de una "oposición racional" que no depende ni del kirchnerismo ni del gobierno, defendiendo un espacio federal impulsado por gobernadores como Martín Llaryora (Córdoba), Maximiliano Pullaro (Santa Fe) e Ignacio Torres (Chubut).

En el acto de cierre de campaña de Provincias Unidas el 15 de octubre en el estadio Obras Sanitarias, con 4.000 asistentes, Lousteau y Ocaña reclamaron "un Estado inteligente" enfocado en producción y empleo, sin "gritos ni odio".

Ocaña propone una reforma previsional "con justicia", sin que el costo recaiga en la generación actual de jubilados, y enfatiza la necesidad de "consenso" para eliminar retenciones y fomentar exportaciones.

Recientemente, recibió el apoyo explícito de Horacio Rodríguez Larreta, quien la respaldó como una figura de "experiencia y sensibilidad social" para construir un "país que vuelva a crecer con diálogo y consenso".

Estas declaraciones se dan en un contexto de polarización preelectoral, donde Ocaña busca capitalizar el rechazo a tanto el oficialismo libertario como al kirchnerismo, apostando a un "formato nuevo" centrado en gobernadores y equilibrio fiscal con crecimiento productivo.