La doble vara de Alicia Kirchner y Pericioli: del populismo a "el mejor salario es el que se puede pagar"

La provincia de Santa Cruz presentó un presupuesto con superávit, por primera vez en 15 años. La gobernadora Alicia Kirchner pasó de un déficit de casi $8000 millones a un superávit de $1440 millones en solo un año. Mientras que desde el Gobierno nacional ponen a la gobernadora como un ejemplo a seguir a la hora de ajustar las cuentas públicas, sus opositores en la provincia aseguran que pese a recibir más fondos no lo refleja ni en los sueldos ni en una mejora de los servicios.

De los tres años de gestión, en 2017 no hubo aumentos de salarios, mientras que en 2016 y 2018, la suba fluctuó entre el 15% y el 20%, lejos de la inflación, que rondó en más de un 40%. Para 2019, la pauta salarial es cero. Cuando Alicia Kirchner asumió en el gobierno, aseguró que recibía “una provincia quebrada” y descargó la responsabilidad contra su antecesor, Daniel Peralta. Con ese diagnóstico y el argumento que desde Nación ahogaban financieramente la provincia, la crisis se extendió por tres años, especialmente con el gremio docente, que entre 2016 y 2017 sumaron más de 180 días de huelga.

El fuerte aumento del dólar que impacta en las regalías que la provincia recibe en esa moneda, la alta inflación y el congelamiento salarial se encuentran entre las razones de la bonanza presupuestaria que hoy ostenta la administración de Alicia Kirchner. Pero, en los papeles oficiales no está previsto ningún aumento salarial. El presupuesto que prevé el gobierno para este año es de $58.045.226.364. Arroja un saldo positivo de $1440 millones.

Asimismo, el gobierno contempla una planta de personal permanente de 34.117 agentes y una de personal contratado y transitorio de 1792. Lo que significa que se incrementa el personal de planta permanente, pero disminuye la cantidad de contratados con respecto a 2018.

Las arcas provinciales tuvieron un superávit de $13.000 millones durante el 2021, y la recaudación crece más rápido que la inflación, al punto tal que en el mes de julio pasado, ASIP recaudó 90% más que en el mismo mes del año pasado. Asimismo, las transferencias de Nación crecieron un 99% comparando con el mismo julio de 2021. Los ingresos provinciales suben un 9% por encima de la inflación en los primeros siete meses de este 2022, mientras que los acuerdos salariales de este año arrojaron una pérdida para los trabajadores de 3,6%, respecto a la inflación en el primer semestre.

El ministro de Economía de la provincia de Santa Cruz, Ignacio Perincioli, y la gobernadora local, Alicia Kirchner, repiten frases hechas como que “el mejor sueldo es el que se puede pagar” o también advierten que ante una eventual crisis “hay que actuar con responsabilidad”. La situación actual respecto a los ingresos de la provincia se viene gestando después de seis años de caída constante del poder adquisitivo de los salarios de los empleados públicos y docentes.

Se reclama que ahora vienen a la paritaria a ofrecer un 74% en cómodas cuotas contra una inflación anual que todos los especialistas ubican en un piso del 90%, si es que no se desata una crisis que nos lleve a cifras imposibles.

Según el Gobierno, la variable de ajuste sigue siendo los salarios y las jubilaciones. Es preciso recuperar lo perdido en todos estos años y acercarse al reclamo de $120.000 de salario mínimo, reajustables por inflación, automáticamente.

El gobierno está en condiciones de mejorar la oferta. Es preciso recuperar lo perdido en todos estos años y acercarse al reclamo de $120.000 de salario mínimo, reajustables por inflación, de manera automática. Desde la prensa obrera sostienen que “la docencia marca un camino de lucha al que podemos sumarnos todos los trabajadores de la administración pública. $120.000 de mínimo y reajuste por inflación es la consigna”.

“El ministro quiere que paguemos la crisis, aceptando migajas en las negociaciones paritarias. Nos vuelve a pedir un sacrificio inútil, porque las salidas de fondo no las tiene el actual gobierno ni tampoco la oposición de derecha. La salida de fondo la vamos a tener que llevar adelante los propios trabajadores con una lucha popular de miles y miles que rompa este sistema de explotación al que estamos sometidos. Empecemos por unirnos en la lucha salarial”.

Santa Cruz sin clases

Desde hace años, el distrito no consigue continuidad en las clases. Antes de la pandemia, en 2017, por los conflictos salariales con sus gremios docentes, llegaron a estar más de 100 días consecutivos con las escuelas cerradas. En el año 2017, pese al acuerdo de asistencia financiera entre el Gobierno nacional y la gobernadora, Santa Cruz continuaba en plena parálisis educativa. Los sindicatos docentes anunciaban paros interminables luego de que fracasaran las reuniones paritarias con las autoridades educativas locales.

En aquel entonces, los gremios Asociación del Magisterio de Enseñanza Técnica (AMET) y Asociación de Docentes de Santa Cruz (ADOSAC) determinaron mantener las medidas de fuerza. Asimismo, el aplazamiento de la audiencia se tradujo en momentos de tensión en el consejo educativo, donde un grupo de docentes se manifestaron contra la falta de respuestas del gobierno provincial.