El Gobierno argentino oficializó la desregulación del Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) a través del Decreto 1099/2025, publicado en el Boletín Oficial, que elimina restricciones en las operaciones de generadores, distribuidoras y grandes usuarios, y permite realizar contratos bilaterales de compraventa de energía sin intervención de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa), con el objetivo de fomentar la competencia, reducir costos y atraer inversiones al sector eléctrico.

El decreto habilita a los actores del MEM a negociar precios y condiciones libremente, lo que elimina la obligatoriedad de operar a través de Cammesa, además, esto incluye la posibilidad de realizar transacciones en mercados a término y establecer contratos en moneda extranjera, como dólares, para facilitar inversiones en generación y distribución. El Gobierno asegura que la desregulación incentivará la eficiencia, modernizará el sistema eléctrico y promoverá el ingreso de nuevos participantes, lo que reduce la dependencia de subsidios estatales. 

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Por decreto, el Gobierno desreguló el mercado eléctrico
La medida tiene lugar tras la decisión del Gobierno de unificar el ENRE y el ENARGAS.

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La desregulación también permite a las distribuidoras, como Edenor y Edesur, adquirir energía directamente de generadores o en mercados spot, lo que podría impactar en las tarifas que pagan los usuarios. El Gobierno argumenta que la competencia reducirá los costos a largo plazo, pero analistas y la oposición advierten sobre posibles alzas tarifarias en el corto plazo, especialmente para hogares y comercios. 

El sector eléctrico, que enfrenta desafíos como el déficit de inversión y la dependencia de subsidios, espera que la liberalización impulse proyectos de energía renovable y térmica. Sin embargo, los especialistas alertaron que la transición podría generar volatilidad en los precios, afectando a los consumidores más vulnerables. La Secretaría de Energía deberá emitir normativas complementarias para regular las transacciones y garantizar la estabilidad del sistema.

La desregulación marca un cambio significativo en la política energética de Argentina, y se alinea con la visión del Gobierno de Javier Milei de reducir la intervención estatal. Mientras el mercado eléctrico se adapta, la sociedad observa con expectativa y preocupación el impacto de la medida en las tarifas y la calidad del servicio.