El funcionario, un poco más desafiante, se preguntó ante el auditorio: "Hoy la Argentina logró el ingreso al grupo de los BRICS, que tiene un PBI más grande que el G7. ¿Cuál sería el beneficio de retirarnos de ahí, de no comerciar más con ese grupo?".


"¿Eso implica dejar de lado los principios que defendemos de la carta de la ONU, los límites territoriales, o abandonar la defensa irrestricta de los Derechos Humanos? En absoluto, tenemos una política exterior digna, amistosa y soberana" cerró Cafiero.


Cómo respuesta y sin incomodarse, el embajador le respondió: "En la Argentina ustedes tienen un baile que se llama tango y yo aprendí que hacen falta dos personas para bailarlo; no solamente EEUU ni sólo Argentina... Ambos países tienen que estar comprometidos a bailar para que ese baile salga bien". "Esto exige un esfuerzo de ambas partes: nuestro país tiene que hacer el esfuerzo y también la Argentina", aseguró.


"A mí me encanta el tango, así que la oportunidad es enorme para seguir haciendo que crezca la relación entre los Estados Unidos y la Argentina", concluyó el funcionario.


Una respuesta por demás diplomática, en la que el embajador no demostró abiertamente (al menos no frente al público) el disgusto del gobierno de los Estados Unidos, ante la posibilidad de que la Argentina pueda ingresar a un bloque económico que amenace con disminuir la dependencia norteamericana (en términos económicos/financieros) de nuestro país y haga peligrar la hegemonía del dólar como moneda patrón a nivel mundial.


Si bien Stanley no dijo tanto, lo cierto es que el tango se baila de a dos, pero siempre es uno el que marca el paso.