Con un saludo escueto y sin diálogo visible, Milei marcó distancia con Lula, reavivando tensiones diplomáticas entre ambos países.

En su intervención, Milei no escatimó críticas al bloque regional. "El Mercosur se ha convertido en una especie de cortina de hierro que nos aísla del mundo", afirmó el mandatario argentino, apuntando directamente contra lo que considera un modelo proteccionista y anacrónico.

Además, Milei advirtió que la continuidad de Argentina dentro del bloque dependerá de una apertura comercial real. “Estamos dispuestos a dialogar, pero no vamos a aceptar ataduras ideológicas ni barreras artificiales que perjudiquen al pueblo argentino”, declaró.

El presidente libertario también reiteró su compromiso con la libertad económica y los tratados bilaterales por fuera del Mercosur. “No vamos a hipotecar el futuro del país por acuerdos regionales que no nos benefician”, sentenció.

La reunión de líderes del Mercosur, marcada por la tensión entre Argentina y Brasil, deja en evidencia las profundas diferencias sobre el rumbo económico y político del bloque. Mientras Lula impulsa una mayor integración, Milei plantea un giro drástico hacia la liberalización total del comercio.