Un Milei envalentonado y con tono presidencial reveló la razón del alejamiento con su antiguo jefe Eduardo Eurnekian
En una entrevista radial, el candidato de LLA deslizó la razón por la cual hubo un alejamiento con el empresario quien fuera su jefe en Corporación América y el que le dio un envión en su carrera política.
A raíz de esto el periodista le consultó si era por esto que Eurnekian lo tildó de "dictador", a lo que este respondió, "No lo sé, quizá no le gustó que le paráramos eso. Pero yo estoy para gobernar a los 47 millones de argentinos, y esto no me importa a quién beneficia y a quién perjudica. Acá lo importante son los 47 millones de argentinos", en tono de presidente electo o en funciones.
El autodenominado "libertario", quien construyó su carrera política en base a exabruptos y contradicciones, sigue adelante en la carrera a las elecciones presidenciales a las patadas y claramente envalentonado por el porcentaje que sacó en las PASO, que lo pusieron a la cabeza de los posibles presidenciables.
Cada semana, es noticia por sus insultos hacia terceros: opositores republicanos, otros liberales, izquierdistas y hasta el mismísimo papa. Como también por no descartar la venta de bebés u órganos.
A la pelea con su antiguo jefe y artífice de sus comienzos en la política, Eduardo Eurnekian, se le suma que hace tan sólo unos días, Milei compartió un tuit en el que mencionaba el "fracaso" del rol de mandatario que tuvo Mauricio Macri al frente del gobierno, (quien se supo que no sólo lo felicitó luego de las PASO, sino que también le puso gente de su confianza a recaudarle fondos para su campaña). a lo que este respondió ante la prensa: "espero que no se enoje conmigo, también" y advirtió que "Gobernar solo es muy difícil".
Hasta el momento el líder ultraderecha que prometió luchar contra la "casta" tiene un equipo de asesores, algunos de ellos relacionados al expresidente Menem; se reunió con Gerardo Martínez, secretario general de la UOCRA y Luis Barrionuevo del sindicato de gastronómicos, quien le realizó un acto (dos eternos de sus cargos); y parece haberles escupido en la cara a Eurnekian y a Macri (ambos históricos empresarios ligados al Estado que lo venían bancando). Ahora la pregunta es, si en medio de este desparramo de contradicciones ideológicas, aparentes traiciones y tiros en el pie, el candidato de ultraderecha ¿logrará hacerse del sillón presidencial?