Uruguay se convirtió en el primer país de Latinoamérica en legalizar la eutanasia
Con 20 votos a favor sobre un total de 31, el Parlamento uruguayo aprobó la Ley de Muerte Digna y se convirtió en el primer país en la región en autorizar el procedimiento.
La Cámara de Diputados de Uruguay aprobó la Ley de Muerte Digna tras un intenso debate en el parlamento, y de esta manera se convirtió en el primer país en Latinoamérica en sancionar el derecho a la eutanasia. La norma, que permite a pacientes con enfermedades terminales solicitar la interrupción de su vida bajo estrictos requisitos.
El extendido debate, que duró alrededor de 12 horas, acabó con una votación donde la Ley de Muerte Digna se aprobó por 20 votos a favor sobre un total de 31. De esta manera, Uruguay se pone a la par a nivel mundial de naciones como Países Bajos, Bélgica y Canadá, en donde la muerte digna se encuentra vigente.
LEE MÁS: Bessent confirmó que el rescate a la Argentina podría alcanzar los USD 40 mil millones de dólares
El expediente aprobado en el parlamento uruguayo busca garantizar el derecho a "transcurrir dignamente el proceso de morir" mediante la despenalización de la eutanasia en los mayores de edad psíquicamente aptos.
Entre sus requisitos, el proyecto de ley establece que el ciudadano que solicite la eutanasia debe ser mayor de edad, ciudadano o residente y estar psíquicamente apto en etapa terminal de una patología incurable o que provoque sufrimientos insoportables, con grave deterioro de la calidad de vida. El paciente también deberá pasar por instancias previas antes de dejar su voluntad por escrito.
El proceso para acceder a la eutanasia incluye una evaluación por un comité interdisciplinario —integrado por médicos, psicólogos y especialistas en ética—, que debe verificar el cumplimiento de las condiciones y garantizar que la decisión sea autónoma y sin presiones externas. La ley también protege la objeción de conciencia de los profesionales de la salud, permitiéndoles eximirse de participar, pero obliga a las instituciones a derivar a los pacientes a médicos dispuestos a ejecutar el procedimiento.
Uruguay, conocido por su tradición progresista en temas como la legalización del aborto (2012) y la marihuana (2013), refuerza su liderazgo en derechos civiles con esta legislación, que lo alinea con países pioneros en eutanasia activa. A diferencia de Colombia, donde el suicidio asistido está regulado desde 2015 por fallos judiciales, Uruguay es el primero en la región en establecer un marco legal integral para la eutanasia, distinta del suicidio médicamente asistido —que implica que el paciente administre el medicamento— al permitir que médicos ejecuten el procedimiento bajo supervisión estricta.