Con los subtes y trenes colapsados, debido al paro de colectivos que afecta a 9 millones de usuarios organizado por la UTA, la gente intenta llegar como puede a su lugar de trabajo.

Una de las opciones son las aplicaciones de transporte como Uber y Cabify, las cuales debido al contexto y la alta demanda, aumentaron sus precios de manera exorbitante llegando hasta casi el doble o triple de su valor habitual.