El gendarme Héctor Guerrero, cabo primero de la Gendarmería Nacional Argentina, prestó declaración indagatoria este miércoles 17 de septiembre ante el juez federal Ariel Lijo en los tribunales de Comodoro Py, en el marco de la causa por tentativa de homicidio agravada que investiga el disparo de una granada de gas lacrimógeno que impactó en la cabeza del fotógrafo Pablo Grillo durante la represión de una marcha de jubilados frente al Congreso el 12 de marzo de 2025.

En su testimonio, Guerrero admitió haber efectuado los disparos con la pistola lanzagases, reconociendo su presencia en el operativo de custodia del Congreso. Sin embargo, negó cualquier intención de herir a Grillo o a cualquier manifestante, argumentando que actuó en cumplimiento de las órdenes recibidas y siguiendo lo que entendía como el protocolo en ese momento de tensión durante los incidentes.

Afirmó explícitamente: "Jamás tuve la intención de lastimar" y se declaró "inocente", alegando que el impacto fue un hecho accidental derivado de la dinámica de la protesta, donde los efectivos debían responder a lo que percibían como amenazas.

La imputación contra él se centra en que los disparos se realizaron de forma horizontal y antirreglamentaria (en contra del protocolo de Gendarmería, que exige un ángulo oblicuo de 45 grados hacia el suelo para evitar lesiones graves), lo que fue corroborado por peritajes balísticos y videos del incidente.

La declaración fue solicitada insistentemente por la familia de Grillo (incluyendo a su madre, María del Carmen Bucceroni, y su padre, Fabián Grillo) junto con el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), que actúan como querellantes.

La causa, inicialmente caratulada como "averiguación de delito" y luego elevada a "tentativa de homicidio agravada por abuso de autoridad e incumplimiento de deberes de funcionario público", también busca esclarecer responsabilidades jerárquicas, incluyendo posibles involucramientos de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y altos mandos de Gendarmería.

Tras la indagatoria, la jueza María Romilda Servini tiene 10 días para resolver la situación procesal de Guerrero, quien podría ser procesado o sobreseído.

Mientras Guerrero declaraba en Comodoro Py, puertas afuera un grupo de familiares, amigos y colegas fotógrafos nucleados en la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (ARGRA) realizaron una clase pública y una muestra fotográfica titulada “Libertad de expresión y derecho a la protesta”.

Del evento participó Fabián Grillo, padre del reportero gráfico, quien habló de la evolución clínica de su hijo y la calificó como “favorable”, luego de varios meses de hospitalización tras el impacto de la granada que puso en riesgo su vida. Además, afirmó que su hijo muestra una actitud más receptiva y comenzó a recuperar su autonomía en aspectos básicos de su cuidado.