El caso del asesinato de Nora Dalmasso, uno de los más mediáticos y controvertidos de la historia criminal argentina, ha llegado a un cierre definitivo e impune.

Este martes 14 de octubre la Justicia de Córdoba sobreseyó al único sospechoso restante, Roberto Marcos Bárzola, al declarar la prescripción de la acción penal. Esto significa que, a casi 19 años del crimen, no habrá juicio ni condena posible, dejando el homicidio sin responsables judiciales.

Nora Dalmasso, una mujer de 51 años perteneciente a una familia adinerada de Río Cuarto (Córdoba), fue encontrada muerta en su casa del barrio Villa Golf el 26 de noviembre de 2006. La víctima presentaba signos de asfixia con el cinto de su bata, y la escena sugería un posible abuso sexual seguido de muerte.

El crimen conmocionó al país por su brutalidad y las sospechas iniciales sobre el entorno familiar: su esposo, Marcelo Macarrón, y su hijo, Facundo Macarrón, fueron imputados durante años, pero absueltos en 2022 por falta de pruebas.

Otros sospechosos, como un supuesto amante o trabajadores eventuales, también fueron descartados.

La investigación, plagada de idas y vueltas, revivió en diciembre de 2024 cuando un análisis genético amplío (que cotejó más de 150 muestras) identificó a Bárzola como el principal indiciado. Su ADN coincidió con rastros hallados en la bata de la víctima y en su cuerpo.

Bárzola, un pulidor de pisos de 27 años en ese momento había trabajado en la casa de los Dalmasso semanas antes del crimen, realizando reformas en los pisos de madera. En 2007, la familia ya había sugerido cotejar su perfil genético, pero el fiscal de entonces, Javier Di Santo, no lo incluyó en la lista de sospechosos.

A casi 19 años del crimen, no habrá juicio ni condena posible, dejando el homicidio sin responsables judiciales.

La decisión judicial

La Cámara Criminal, Correccional y de Acusación de 2° Nominación de Río Cuarto resolvió el sobreseimiento total de Bárzola por prescripción. El delito de homicidio agravado prescribe a los 20 años desde la fecha del hecho (2006), pero los plazos se suspenden durante ciertas etapas procesales. En este caso, el tribunal determinó que el tiempo transcurrido ya agotó los límites legales, y el caso no puede reabrirse.

Los jueces rechazaron dos argumentos clave de la querella (representante de la familia):

  • Suspensión por imputación familiar: Marcelo y Facundo Macarrón no pudieron actuar como querellantes plenos porque ellos mismos fueron imputados durante la investigación. Sin embargo, el tribunal aclaró que esto no justifica una suspensión indefinida de la prescripción.
  • Clasificación como lesa humanidad: La defensa pidió tratarlo como un crimen de violencia de género imprescriptible, similar a fallos de la Corte Suprema sobre delitos de lesa humanidad. El fallo lo descartó, argumentando que el homicidio no encuadra en los supuestos legales de imprescriptibilidad, como genocidios o torturas sistemáticas.

La familia de Nora, especialmente sus hijos, había insistido en un juicio penal ordinario para buscar una condena efectiva, en lugar de un "juicio por la verdad" (que solo reconstruye hechos sin penas). Con este cierre, esa posibilidad se evaporó.

Impacto y repercusiones

El caso inspiró una docuserie en Netflix en 2025, que revivió el interés público y cuestionó fallos iniciales de la Justicia, como el manejo de pruebas genéticas. Ahora, el crimen queda impune, sumándose a una lista de casos sin resolución en Argentina.

La familia expresó sensaciones encontradas: alivio por la absolución de los suyos, pero amargura por la falta de justicia.

Bárzola, imputado por "abuso sexual con acceso carnal seguido de muerte", queda libre sin cargos.

Este fallo subraya los desafíos de investigaciones prolongadas en delitos graves: avances tecnológicos como el ADN pueden reactivar causas, pero los plazos legales las limitan.