Insólito: un comisario de La Pampa sacó a los presos del calabozo para que hagan el asado y trabajen de mozos en su boda
El escándalo que sacude por estas horas la pequeña localidad pampeana de Lonquimay, tiene como protagonista al comisario Cristian Martín Galván, jefe de la subcomisaría de ese distrito que ordenó a seis detenidos preparar un asado y trabajar como mozos en la fiesta de su casamiento, que se realizó a una cuadra de la dependencia policial. Tras el evento, los reos volvieron sin custodia y caminaron de regreso a sus celdas.
El jefe de la subcomisaría de Lonquimay fue acusado bajo el cargo de incumplimiento de los deberes de funcionario público y enfrentó un juicio en el Centro Judicial de Santa Rosa que busca probar la culpabilidad del jefe policial en el hecho.
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El casamiento de Galván se celebró en un salón ubicado en la calle Teniente Coronel Núñez, cerca de la dependencia policial en la calle Estanislao Zeballos. Para reducir costos, el comisario dispuso que los detenidos, alojados en la subcomisaría, realizaran tareas como asar el cordero, servir el almuerzo y limpiar el lugar. Los presos se trasladaron sin custodia al Bar Véneto, y regresaron luego a sus celdas por sus propios medios. “Fueron y volvieron solos, sin autorización”, afirmó el fiscal Guillermo Sancho, quien destacó la gravedad del hecho, ya que los condenados solo pueden salir con permiso de un juez de ejecución penal.
El fiscal a cargo de la causa pidió un año y tres meses de prisión condicional y el doble de inhabilitación para cargos públicos, argumentando que Galván cometió un delito al permitir que los detenidos salieran sin autorización.
La sentencia será anunciada el próximo 28 de julio por el juez Olié en el Centro Judicial de Santa Rosa.