La localidad de Salvador Mazza, en el departamento General José de San Martín, Salta, amaneció con un descubrimiento perturbador el pasado jueves: un pequeño ataúd de madera, diseñado para un bebé, fue encontrado abandonado en la intersección de las calles Leandro Alem y Mitre, en el barrio Jardín, a pocos metros de una escuela primaria. El féretro, vacío y con la tapa desplazada, desató especulaciones entre los vecinos y llevó a las autoridades a iniciar una investigación para identificar a los responsables y esclarecer las circunstancias de este insólito hecho.

El hallazgo, reportado por residentes en las primeras horas de la mañana, generó alarma en la comunidad fronteriza, especialmente por la proximidad del ataúd a una institución educativa. Según informó el medio local Infopocitos, el féretro, nuevo y sin signos de uso, estaba ubicado entre yuyales, lo que incrementó la inquietud de los transeúntes que lo descubrieron. La Policía de Salta acudió al lugar, acordonó la zona y trasladó el objeto a la Comisaría de Alto Verde para su análisis, bajo la supervisión de la Justicia provincial.

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Las autoridades no descartan ninguna hipótesis sobre el motivo del abandono. Entre las posibilidades que se barajan están una broma de mal gusto, el robo del ataúd desde una funeraria o taller de carpintería, o incluso un acto intimidatorio dirigido a alguien en la zona. “Podría ser un mensaje en contra de alguien”, expresó un vecino al diario El Tribuno, reflejando el clima de incertidumbre. La investigación incluye el análisis de cámaras de seguridad cercanas y pericias al féretro para detectar rastros que permitan identificar su procedencia o a los responsables. Hasta el momento, no se han identificado sospechosos ni se ha confirmado la motivación detrás del hecho.

Las autoridades investigan si el hecho tuvo un trasfondo intimidatorio, o si se trató de una broma de mal gusto.
Las autoridades investigan si el hecho tuvo un trasfondo intimidatorio, o si se trató de una broma de mal gusto.

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El caso se volvió viral en redes sociales, donde imágenes de agentes policiales trasladando el pequeño ataúd en una motocicleta circularon ampliamente, intensificando el impacto en la comunidad. “La frontera ya no sorprende con nada, pero esto es demasiado”, comentó un residente a medios locales, según Que Pasa Salta. La localidad, ubicada a 400 kilómetros de la capital salteña y conocida como Pocitos por su cercanía al paso fronterizo con Yacuiba, Bolivia, no es ajena a episodios de inseguridad, pero este hallazgo ha marcado un nuevo nivel de desconcierto.

La Justicia provincial, en conjunto con la Policía, trabaja para esclarecer el origen del féretro y determinar si el abandono está vinculado a un delito. Aunque no se encontraron indicios inmediatos de un acto criminal relacionado con el objeto, las autoridades mantienen la cautela y priorizan la recolección de pruebas. El caso ha reavivado preocupaciones sobre la seguridad en la zona y la necesidad de reforzar la vigilancia en áreas cercanas a instituciones educativas.

Mientras la investigación avanza, los vecinos exigen respuestas y mayor presencia policial para garantizar la tranquilidad en una comunidad que aún intenta comprender las razones detrás de tan macabro hallazgo.