En el contexto de la reciente controversia por el veto presidencial a la ley de financiamiento universitario en Argentina, el subsecretario de Políticas Universitarias, Alejandro Álvarez, reveló públicamente una tabla con los rangos salariales de los rectores y autoridades de las universidades nacionales.

Aunque no se trata estrictamente de una "filtración" accidental (sino de una divulgación oficial por parte del Gobierno para respaldar su posición sobre el "desfinanciamiento" alegado por las universidades), esta información ha generado un intenso debate en medios y redes sociales.

Tabla numérica

Álvarez argumentó que estos sueldos altos contradicen las quejas de falta de recursos, y que 45 de los 65 rectores cobran entre 10 y 15 millones de pesos mensuales, con picos de hasta 18 millones en algunos casos.

Conocido como "El Gallego" o "El Profe" acusó a las autoridades académicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y a sectores de la oposición de "sembrar miedo" en la población para generar una percepción de caos y desestabilizar al Gobierno de Javier Milei.

Esta revelación se enmarca en las protestas de este miércoles 17 de septiembre, donde miles de estudiantes y docentes marcharon contra los recortes presupuestarios propuestos por el Gobierno de Javier Milei.

Funcionarios como Álvarez y el ministro de Economía, Luis Caputo, han usado estos datos para acusar a las autoridades universitarias de "desviar fondos" a sus propios salarios mientras reclaman más presupuesto.

Según la tabla compartida por Álvarez (basada en datos oficiales del Ministerio de Capital Humano), los salarios de los rectores varían según la universidad y el cargo, pero destacan los montos elevados en instituciones grandes como la UBA.

La tabla proviene de declaraciones oficiales del Gobierno y escalas salariales publicadas por sindicatos como ADUBA (Asociación de Docentes de la UBA) y CONADU, actualizadas a agosto 2025. Por ejemplo, un rector con dedicación exclusiva puede partir de un básico de $1.234.568 (febrero 2025), pero con ajustes por paritarias y bonos llega a cifras millonarias. El incremento acumulado desde enero 2024 a mayo 2025 fue del 111%, con un adicional del 7,5% en septiembre-noviembre 2025.

Álvarez señaló que estos sueldos subieron "por encima de la inflación" pese al congelamiento de partidas salariales nacionales, lo que, según él, evidencia un "autoincremento" de las autoridades.

Álvarez tuiteó: "Los rectores se vienen asignando a sí mismos aumentos por encima de la inflación [...] mientras congelamos todas las partidas destinadas a salarios de autoridades". Caputo, por su parte, comparó su sueldo ministerial con el de Yacobitti, afirmando que el vicerrector cobra "seis veces más que yo".

Por su parte el vicerrector de la UBA, Emiliano Yacobitti, desmintió exageraciones y compartió sus recibos de sueldo en redes, aclarando que los montos netos son inferiores y que no hay desvío de fondos. Organizaciones como el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) rechazan las acusaciones, argumentando que los sueldos reflejan responsabilidades y que el problema real es el recorte presupuestario global (no salarial específico).

En X (anteriormente Twitter), algunos apoyan a Álvarez por "denunciar desestabilización institucional", mientras otros lo ven como parte de una "batalla cultural" del Gobierno para imponer una visión "libertaria" en universidades históricamente plurales.

Opositores, como el vicerrector de la UBA, han respondido en vivo refutando sus datos sobre fondos, acusándolo de usar "viejos trucos" para desfinanciar instituciones estatales.

Álvarez, de 58 años, es un funcionario clave en el Ministerio de Capital Humano. De origen peronista, ha navegado por distintos espacios políticos durante 30 años, pero ahora es un aliado cercano de Milei. Su rol implica defender políticas de austeridad en educación superior, lo que lo ha posicionado en el centro de debates sobre "politización" de las universidades.