El futuro de Telefe comienza a definirse en medio de una reconfiguración global de la industria. Tras la adquisición de Paramount Global por parte de Skydance en Estados Unidos, la filial argentina quedó dentro de los activos a la venta. Y, con la operación ya cerrada en el plano internacional, ahora llegó la hora de decidir quién se quedará con el canal líder de la televisión abierta en el país.

La magnitud de la negociación genera un clima de expectativa: no se trata solo de una operación comercial, sino de la redefinición del mapa mediático argentino. Telefe es la pantalla más vista, el canal que históricamente ocupa el primer lugar de la grilla en millones de televisores y que se mantiene en el podio con relativa estabilidad.

“Telefe funciona en piloto automático”, suelen repetir analistas del sector. La frase encierra una verdad incómoda: incluso sin grandes innovaciones, el canal logra sostener sus índices de audiencia gracias al hábito cultural de las familias argentinas. Encienden la TV y lo primero que aparece es Telefe. Esa inercia lo convierte en una plataforma estratégica para cualquiera que quiera incidir en la agenda pública y cultural.

Marcelo Figoli y Daniel Vila
Marcelo Figoli y Daniel Vila

Los interesados en quedarse con Telefe

Con el canal en venta, los nombres de los interesados comenzaron a multiplicarse. En la primera ronda hubo 14 oferentes, pero la lista se depuró y quedaron apenas un puñado de grupos con verdadero peso económico y político.

  1. Víctor Santa María: titular del Grupo Octubre y dirigente del PJ porteño, sorprendió al meterse en la compulsa en los últimos días. Su interés generó ruido en el mercado porque representa una visión más ligada a lo sindical y política que a lo empresarial.
  2. Marcelo Fígoli: dueño de Alpha Media y propietario de Radio Rivadavia, ya mostró su apetito en el rubro adquiriendo Telefe Neuquén en 2023. Su plan apunta a consolidar un conglomerado con presencia nacional en medios radiales, televisivos y digitales.
  3. José Luis Manzano: en sociedad con Daniel Vila y Gustavo Scaglione, busca llevar al Grupo América a otro nivel. Scaglione, dueño del diario La Capital de Rosario, también se quedó el año pasado con Telefe Tucumán, un dato que juega a favor de su integración estratégica.
  4. Grupo Werthein: el hijo del actual canciller Gerardo Werthein se presentó junto a la familia Sielecki, conocida por sus inversiones en laboratorios y su vínculo con Hugo Sigman. Se trata de uno de los grupos con mayor espalda financiera para enfrentar una operación de esta magnitud.
  5. Familia Yankelevich: el apellido que marcó la génesis del canal regresa a escena. Gustavo Yankelevich aclaró que no es él quien lidera la propuesta, sino su hijo Tomás. Sin embargo, admitió que lo acompaña en el proyecto: “Me ilusiona volver a Telefe porque tiene que ver también con mi hija Romina, que amaba este canal. Antes de que falleciera, tuvimos una charla y siento que no puedo hacerme el distraído”.
Gustavo Yankelevich
Gustavo Yankelevich

El precio y las condiciones de la operación

Paramount había pagado 345 millones de dólares por Telefe en 2016. Hoy, las estimaciones ubican la venta en alrededor de 100 millones de dólares, es decir, menos de un tercio de aquel monto.

Fuentes vinculadas a la operación explicaron que la intención de Paramount es cerrar la transacción antes de fin de año. La venta incluye también a Chilevisión, lo que amplía el atractivo para los grupos interesados en construir un bloque regional de medios.

Pero no se trata solo de poner dinero sobre la mesa. La administración actual dejó claro que no necesariamente ganará el que ofrezca más capital, sino aquel que garantice la continuidad del modelo Telefe.

Entre las condiciones figura un punto innegociable: no podrán dar de baja a las figuras actuales ni alterar la grilla durante 2025. Esto significa que Santiago del Moro seguirá siendo prioridad, con contrato proyectado hasta 2030; que Susana Giménez podría regresar con especiales; y que Nicolás Occhiato tiene asegurados nuevos proyectos. La transición, dicen, debe ser “ordenada y sin traumas”.

Una pantalla en piloto automático, pero con poder

El liderazgo de Telefe se explica por múltiples factores. El más evidente es el hábito: estar primero en la grilla de los cableoperadores le da una ventaja automática. Pero también hay un trabajo silencioso detrás: la capacidad de sostener programas que se convierten en rituales cotidianos, desde las telenovelas turcas hasta los realities de máxima audiencia.

Ese poder explica por qué el canal sigue siendo el objeto de deseo de empresarios, políticos y grupos de poder. No se trata únicamente de números de rating: manejar Telefe significa tener la llave de una vidriera cultural y política frente a millones de hogares.

Mientras se define su venta, Telefe no se queda quieto. La estrategia actual busca blindar el valor del canal: mantener a sus figuras top, asegurar proyectos que garanticen continuidad de audiencia y reforzar la marca en un contexto donde el streaming avanza pero la TV abierta sigue siendo central para la publicidad.

Los oferentes lo saben: quien compre Telefe no solo adquiere un canal, sino una marca que sigue liderando con más de tres décadas de historia. En un país donde los medios suelen ser volátiles y dependientes de la coyuntura política, la estabilidad de Telefe se convierte en un activo estratégico.

La definición está cerca. Según la periodista Marina Calabró, las ofertas ya fueron presentadas y la resolución podría darse este mismo mes.

En el mercado se respira tensión: cada grupo tiene su estrategia y sus conexiones políticas. Santa María representa la pata sindical y política del peronismo porteño. Manzano y Vila buscan consolidar el Grupo América y ampliar su influencia. Fígoli apuesta a una expansión mediática integral. Los Werthein ofrecen respaldo financiero de primer nivel. Y los Yankelevich juegan la carta de la nostalgia y el ADN fundacional.

Lo que está en juego no es solo la venta de un canal: es el futuro de la televisión argentina en un momento de redefiniciones. Con la transición de Paramount en retirada y Skydance enfocada en otros horizontes, el desenlace pondrá a prueba qué modelo prevalecerá: el político, el empresarial o el histórico-familiar.