El bebé de 18 meses, Milo De Nastchokine, único sobreviviente de la tragedia por intoxicación con monóxido de carbono en Villa Devoto está evolucionando favorablemente.

Al momento de rescatarlo estaba consciente, pero tenía niveles elevados de carboxihemoglobina en sangre, un indicador claro de exposición al monóxido. Primero fue trasladado de emergencia al Hospital Zubizarreta y luego derivado al Hospital de Niños.

Según el último parte médico del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, donde permanece internado en la Unidad de Cuidados Intensivos Infantil, el menor utiliza una cánula de alto flujo para asistencia respiratoria, pero no requiere medicamentos inotrópicos ni vasopresores, y su función cardíaca está estabilizada.

Los análisis de laboratorio muestran mejoras, y su examen neurológico es normal.

Se encuentra bajo monitoreo continuo estricto y en tratamiento, con posibilidad de ser trasladado a una cámara hiperbárica para acelerar la eliminación del monóxido de su cuerpo.

Aunque presentaba intoxicación severa por monóxido de carbono, con altos niveles de carboxihemoglobina, su estado es estable y está fuera de peligro.

Cabe recordar que el martes por la tarde, en medio de la ola polar que azota al país, una familia fue hallada muerta en el barrio porteño de Villa Devoto. Se trata de Graciela Just, de 74 años, y su esposo, Demetrio De Nastchokine, de 79. Junto a ellos, perdieron la vida su hijo Andrés De Nastchokine, de 43 años; su pareja, Marie Lanane, de 42; y la hija de ambos, Elisa De Nastchokine, de 4 años. El único sobreviviente de la tragedia es un bebé de un año y medio.

Las primeras versiones confirmaron que el siniestro fue provocado por fallas en una caldera y la obstrucción de las ventilaciones con nylon y cinta.

Las pericias realizadas por la Policía Científica confirmaron que el artefacto de calefacción presentaba desperfectos técnicos, y que las rejillas y aberturas del inmueble habían sido selladas con cinta adhesiva y cubiertas con nylon, impidiendo la correcta ventilación.

Mientras tanto, los vecinos manifestaron su dolor y aseguraron que se trataba de una familia muy querida en el barrio.