El joven tenista español Carlos Alcaraz sorprendió al mundo del tenis al derrotar contundentemente al serbio Novak Djokovic en la final de Wimbledon, consiguiendo así su cuarto título de Grand Slam a la edad de solo 21 años.

Alcaraz, número 3 del mundo, mostró un nivel excepcional desde el inicio del partido, imponiéndose con un claro 6-2 en los dos primeros sets y cerrando en un emocionante tie-break en el tercero con un marcador de 7-6(4), tras 2 horas y 27 minutos de juego.

Desde el primer game, Alcaraz demostró un gran timing y precisión en sus golpes, cometiendo muy pocos errores no forzados, lo cual dificultó considerablemente el juego de Djokovic, número 2 del ranking ATP.

En el primer set, el español consiguió dos quiebres tempranos que le permitieron cerrar la manga cómodamente en 41 minutos con un 6-2 a su favor. El segundo parcial fue una repetición del primero, con Alcaraz dominando nuevamente y asegurándose otro 6-2 con dos nuevas rupturas del servicio de su rival.

El tercer set tuvo momentos de alta tensión cuando Alcaraz tuvo la oportunidad de cerrar el partido con 5-4 y tres puntos de partido, pero Djokovic logró recuperar el quiebre y forzó el tie-break. Sin embargo, el español mantuvo la calma y se impuso por 7-4 en la "muerte súbita", sellando así su victoria y su cuarto título de Grand Slam.

Este triunfo consolida el ascenso meteórico de Alcaraz en el circuito mundial, quien previamente había ganado el US Open 2022, Wimbledon 2023 y Roland Garros ese mismo año. En su camino hacia la corona en Wimbledon 2024, Alcaraz superó a destacados rivales como Mark Lajal, Frances Tiafoe, Ugo Humbert, y Daniil Medvedev.

Tras levantar el trofeo en el césped londinense, Alcaraz expresó su emoción: "Es un sueño ganar aquí y un honor jugar en esta cancha, que es la más hermosa". Reconoció la dificultad de mantenerse concentrado frente a un rival como Djokovic, destacando la mentalidad competitiva del serbio.

Por su parte, Djokovic, quien buscaba su octavo título en Wimbledon para igualar a Roger Federer, admitió la superioridad de su joven oponente: "Hoy no pude igualar el nivel de Carlos en los dos primeros sets. Realmente se lo mereció".

Con esta victoria, Alcaraz igualó el historial personal ante Djokovic con tres triunfos por lado, consolidando su posición como una de las estrellas emergentes del tenis mundial y dejando una marca indeleble en la historia de Wimbledon.