Gardiner, un clásico con historia y vigencia
Gardiner abrió sus puertas en 1989 y desde entonces se transformó en un ícono de la gastronomía porteña. Fue testigo de las épocas doradas del menemismo, con mesas ocupadas por políticos y figuras del espectáculo. Hoy, sigue vigente y suma a su clientela celebridades de redes sociales, influencers como @marti.dallasta y amantes de la buena mesa que buscan vivir la experiencia Gardiner.

La propuesta gastronómica: calidad y tradición
La carta de Gardiner abarca entradas, pastas, carnes, pescados y opciones al horno de barro. Algunos precios de referencia (abril 2025):

  • Entradas: Berenjenas al Josper ($18.000), Pulpo español al hierro ($70.000)

  • Pastas: Gnocchis soufflé de queso ($28.000), Bucattini con stracciatella ($29.000)

  • Parrilla: Bife de chorizo ($48.000), Ojo de bife ($50.000)

  • Horno de barro: Pollo de campo a leña ($30.000), Vacío criollo ($56.000)

  • Guarniciones: Papas fritas, puré de papa, boniato asado ($7.000 cada uno)

La experiencia no es solo culinaria. Desde la panera hasta la limonada, pasando por carnes jugosas como el bife de chorizo -descrito como 'tiernito y sabroso'-, hasta el vacío criollo que 'se corta solo con tenedor', el placer atraviesa cada plato. Eso sí: las papas fritas no convencieron a todos, según algunos influencers.

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Precios: ¿vale la pena?
Si bien los precios son elevados, la experiencia Gardiner no es solo ir a comer: es disfrutar de un entorno exclusivo, probar platos elaborados con insumos de primera calidad y sentirse parte de la historia gastronómica porteña.