Dicen que 'las vacaciones comienzan en el viaje', y en el caso de quienes se dirigen a Mar del Plata, esto no podría ser más cierto. Ubicado en el kilómetro 367 de la Ruta 2, el pequeño pueblo de Vivoratá es un destino obligado para los amantes del buen asado.

Con tan solo 1.000 habitantes, Vivoratá combina el encanto de la vida rural con la tradición gauchesca. Su nombre, que significa 'lleno de osamentas' en lengua indígena, proviene de un arroyo cercano y refleja la riqueza histórica del lugar.

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Cada año, durante la primera quincena de enero, Vivoratá se transforma en el epicentro de la gastronomía argentina con la Fiesta Provincial del Costillar. Este 2025, el evento se celebrará del viernes 10 al domingo 12 de enero, reuniendo a los mejores asadores del país en un espectáculo culinario y cultural imperdible.

Durante la fiesta, el costillar a la estaca es el protagonista indiscutido. Las parrillas encendidas, la música en vivo y las destrezas gauchas crean un ambiente familiar y festivo que atrae a cientos de visitantes.

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Más allá de su célebre fiesta, Vivoratá invita a explorar su rica tradición gauchesca:

  • Estancias rurales: ideales para disfrutar de la naturaleza y conocer la vida del campo argentino.
  • Destrezas criollas: como la doma y la cría de ganado, que muestran el espíritu tradicional de la región.
  • Pulperías históricas: conservadas con esmero, donde se puede viajar en el tiempo y revivir la época de los encuentros gauchescos.
  • Iglesia 'La Micaela': una estructura abandonada llena de misterio, que fue lugar de culto hasta 1962 y hoy es un atractivo turístico cargado de historias.

Llegar a este rincón gauchesco es sencillo:

  • Desde Buenos Aires: solo tenés que detenerte en el kilómetro 367 de la Ruta 2.
  • Desde Mar del Plata: tomá la Autovía 2 en sentido norte y recorré 42,5 kilómetros (40 minutos) para llegar.