26/11/2024
Apenas unos días después de los cuestionamientos de Funes de Rioja, el Gobierno decidió vaciar la Convención Anual que se lleva a cabo este martes.
En una jornada marcada por las fuertes tensiones entre el sector industrial y el Gobierno, el presidente Javier Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, decidieron finalmente no asistir a la 30° Convención Anual de la Unión Industrial Argentina (UIA), que se lleva a cabo este martes en el Centro de Convenciones de Buenos Aires. Aunque su presencia estaba inicialmente confirmada, ambos funcionarios justificaron su ausencia por "cuestiones de agenda". En su lugar, el Ejecutivo será representado por el secretario de Coordinación de Producción, Juan Pazo.
La no participación de Milei y Caputo se produce en un contexto de crecientes *reclamos del sector industrial, que enfrenta desafíos como la alta carga impositiva, la competitividad local* y la falta de políticas que incentiven la inversión en la industria nacional. Los empresarios han sido muy claros en sus críticas al Gobierno, y la falta de la cúpula oficialista en este encuentro anual intensifica la sensación de desconexión entre las autoridades y el sector productivo.
El presidente de la UIA, Daniel Funes de Rioja, no dejó pasar la oportunidad para reiterar las demandas del sector, señalando que la competitividad de la industria nacional está seriamente amenazada. En particular, Funes de Rioja expresó su preocupación por la reciente eliminación de impuestos para compras en el exterior, una medida que, según advirtió, *perjudica directamente a las empresas locales*. "Hay una condición básica para que un país funcione, que es la estabilidad macroeconómica. Nadie le tiene miedo a la competencia, pero tiene que haber una cancha equilibrada. Pedimos las mismas condiciones", afirmó, dejando en claro la frustración que genera la falta de apoyo al sector.
Apenas unos días después de los cuestionamientos de Funes de Rioja, el Gobierno decidió vaciar la Convención Anual que se lleva a cabo este martes.
El presidente de la UIA también señaló que la industria local enfrenta una competencia desleal debido a la apertura indiscriminada de importaciones, un fenómeno que, según sus palabras, podría generar una "ola importadora" que pondría en jaque la producción nacional. En este sentido, también recalcó la necesidad de *medidas fiscales más claras* para contrarrestar los costos tributarios, una de las mayores preocupaciones de las pequeñas y medianas empresas.
A la par de las críticas externas, las *pymes* que integran la UIA también alzaron su voz. La disconformidad con la conducción de la entidad se hizo palpable la semana pasada, cuando su presidente manifestó que la UIA debería ser *más dura en sus reclamos* al Gobierno. En su intervención, destacó que la situación de las pymes es cada vez más crítica, particularmente por la presión fiscal y los costos de importación, que afectan su rentabilidad.
"Si hay fenómenos de apertura irracional e indiscriminada, vamos a ir señalándolos. Nos preocupa la llegada de una ola importadora, y hay que atajar rápidamente el aspecto tributario", sostuvo el presidente de la UIA, subrayando que la falta de control sobre las importaciones podría ser devastadora para muchas pequeñas empresas que luchan por mantenerse competitivas en un mercado cada vez más saturado.
La *Convención Anual* de la UIA se lleva a cabo bajo el lema "Una industria productiva en un país competitivo", y, como cada año, congrega a *gobernadores, **líderes nacionales e internacionales* y representantes del sector empresarial para discutir los desafíos y oportunidades para el desarrollo industrial del país. Sin embargo, en esta edición, el evento está siendo escenario de un *profundo malestar* entre los industriales, que sienten que las políticas del Gobierno no están alineadas con las necesidades del sector.
Durante la convocatoria, los organizadores advirtieron que, a pesar de los avances de la industria nacional en términos de *innovación, **sustentabilidad, **calidad de los productos* y *tecnología aplicada, factores como la **presión tributaria, los **altos costos logísticos y energéticos, la **falta de financiamiento* y la *superposición impositiva* siguen siendo barreras significativas para la competitividad de las empresas. Además, se destacó la *ausencia de políticas que fomenten la inversión nacional*, lo que limita las posibilidades de crecimiento y expansión de la industria argentina.
Con la presencia de figuras claves del sector y de gobernadores de diversas provincias, la *UIA* intenta marcar una hoja de ruta para mejorar la competitividad y la productividad de la industria nacional, pero las ausencias de Milei y Caputo generan un clima de incertidumbre y frustración. La falta de una respuesta clara del Gobierno ante los *problemas estructurales* que enfrenta la industria local podría seguir generando tensiones en un sector que ve como su futuro está en juego en un contexto económico complejo.
Mientras los industriales luchan por encontrar soluciones a los problemas que enfrentan a diario, las ausencias de los máximos referentes del Ejecutivo en este importante evento de la UIA dejan un sabor amargo. Las críticas al Gobierno por su manejo de la política industrial y económica son claras y contundentes, y las expectativas de los empresarios de recibir respuestas concretas sobre cómo mejorar las condiciones de competitividad no parecen encontrar eco en las altas esferas del poder.
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En este escenario, la pregunta sobre si el sector industrial recibirá finalmente el *respaldo necesario* para superar los obstáculos actuales sigue sin respuesta, mientras las tensiones entre el empresariado y el Gobierno siguen marcando la agenda económica del país.
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