Se encontraron increíbles similitudes al comparar la red de células neuronales del cerebro humano con la red cósmica de las galaxias. Este trabajo de investigación estuvo a cargo de Franco Vazza, astrofísico de la Universidad de Bolonia, Italia, y Alberto Feletti, neurocirujano de la Universidad de Verona. Este análisis se encuentra en una encrucijada entre la cosmología y la neurocirugía, y sugiere que diversos procesos físicos pueden construir estructuras caracterizadas por niveles similares de complejidad y autoorganización. 

Resulta que el cerebro humano funciona mediante su gran red neuronal que contiene aproximadamente 69 mil millones de neuronas. En tanto, el universo observable está compuesto por una red cósmica de por lo menos 100 mil millones de galaxias. En ambos, solo el 30% de sus masas están compuestas por galaxias y neuronas, que se ordenan en largos filamentos o nodos entre los filamentos. El 70% restante de la distribución de masa o energía está compuesta por elementos que juegan un papel pasivo: en el cerebro, agua, y en el universo observable, energía oscura.  

Izquierda: corte de cerebelo, con factor de aumento 40x, obtenido con microscopía electrónica. Derecha: sección de una simulación cosmológica, que se extiende 300 millones de años luz a cada lado.

Principalmente, el objetivo de este estudio de investigación era observar cómo las fluctuaciones de la materia se dispersan en escalas muy distintas. Así compararon una simulación de la red de galaxias con secciones de la corteza cerebral y el cerebro. "Calculamos la densidad espectral de ambos sistemas. Esta es una técnica que se emplea a menudo en cosmología para estudiar la distribución espacial de las galaxias. Nuestro análisis mostró que la distribución de la fluctuación dentro de la red neuronal del cerebelo en una escala de 1 micrómetro a 0,1 milímetros sigue la misma progresión de la distribución de la materia en la red cósmica, pero, por supuesto, en una escala mayor que va de 5 millones a 500 millones de años luz", describió Vazza. 

Ampliar contenido

Por su parte, Feletti agregó que “una vez más, los parámetros estructurales han identificado niveles de concordancia inesperados. Probablemente, la conectividad dentro de las dos redes evoluciona siguiendo principios físicos similares, a pesar de la llamativa y obvia diferencia entre los poderes físicos que regulan las galaxias y las neuronas. Estas dos redes complejas muestran más similitudes que las compartidas entre la red cósmica y una galaxia o una red neuronal y el interior de un cuerpo neuronal".