Escándalo: los motivos por los que la UAR les levantó la sanción a los tres Pumas suspendidos
Los vestigios del escándalo que traspasó las fronteras del deporte argentino permanecían en el aire, pero la Unión Argentina de Rugby decidió adoptar una resolución que generó sorpresa. Solo dos días después de haber impuesto una sanción que establecía un precedente, el organismo dio marcha atrás en su postura y levantó los castigos que les había impuesto a Pablo Matera, Guido Petti y Santiago Socino, quienes fueron repudiados luego de que salieron a la luz publicaciones, con contenido racista y xenófobo, que realizaron en las redes sociales hace, al menos, ocho años.
Luego de que se divulgaran antiguos tuits discriminatorios de los tres jugadores, la UAR había determinado quitarle la capitanía de Los Pumas a Matera. En consonancia, había suspendido de manera preventiva a los atletas involucrados en la polémica e inició un proceso disciplinario a cargo de la Comisión de Disciplina del ente. No obstante, en las últimas horas, la federación emitió un nuevo comunicado para argumentar la quita de las penas a los deportistas, quienes ahora se encuentran habilitados para enfrentar a Australia el próximo sábado, a partir de las 5.45 (horario de la Argentina), en el Bankwest Stadium, en el marco de la última jornada del Tres Naciones.
“La Comisión de Disciplina ha considerado y valorado la actitud de los tres jugadores durante este proceso, y entiende que los mismos no han repetido acciones similares durante estos más de ocho años, y que han demostrado durante este tiempo ser personas de valores firmes e íntegros y dignos de integrar nuestro seleccionado. El proceso disciplinario continúa y la Comisión arribará a una resolución final en los próximos días de acuerdo con los tiempos del procedimiento, en esta primera instancia considera que el sostenimiento de las medidas preventivas resulta innecesario, por lo cual resuelve levantar la suspensión de los tres jugadores y restituir la capitanía de Pablo Matera”, señala el escrito.
Y agrega: “Durante la declaración, los tres jugadores manifestaron su profundo arrepentimiento, reiteraron el pedido de disculpas, ratificaron que no es lo que piensan y que fue un acto imprudente propio de la inmadurez. Sin embargo, se hacen plenamente cargo y responsables, por lo que se pusieron a disposición de la Comisión para que se investiguen las circunstancias y buscar enmendar el daño causado (…). La Unión Argentina de Rugby y el plantel tienen roles y responsabilidades distintas, pero un mismo objetivo: hacer que el rugby siga creciendo como deporte”.
Pero, ¿qué cambió para que los dirigentes de la UAR les otorgaran un indulto a los tres jugadores? En primera instancia, uno de los factores que ingresaron en la balanza fue el respaldo del plantel hacia sus compañeros castigados. De hecho, no se entrenaron durante el último martes e, incluso, analizaban no presentarse al duelo contra los Wallabies en señal de protesta. “Todo el plantel vivió una semana muy difícil. Hubo una carga emocional mucho mayor a la imaginada. Sufrieron mucho lo que pasó”, expresó Mario Ledesma, entrenador de la Selección Argentina de rugby, en la conferencia de prensa que brindó este jueves por la madrugada.
Otro motivo fue el apoyo de otros referentes de la disciplina. Por un lado, Matías Moroni y Tomás Lavanini, quienes no disputaron el Tres Naciones por inconvenientes físicos, salieron en defensa de Matera, Petti y Socino. Mientras que ex representantes de Los Pumas, como Pedro Sporleder, Santiago González Iglesias y Horacio Agulla, también se manifestaron y ejercieron una presión mediática. Una de las respuestas más relevantes fue la de Agustín Creevy, quien publicó un comunicado al respecto. “Los repudiables tuits que escribieron hace nueve años no los representan en absoluto. Ellos mismos lo han reconocido, se han sentido avergonzados y han pedido las debidas disculpas. Todas las personas cometen errores, y los deportistas no estamos exentos de eso”, afirmó.
Además, diferentes instituciones reprocharon el accionar preliminar de los directivos de la UAR. Algunos de los clubes que se pronunciaron sobre el tema fueron Alumni (ex equipo de Matera), SIC (ex elenco de Petti) y Curupaytí. Una de las primeras entidades que se mostró en contra de las medidas tomadas inicialmente fue Regatas Bella Vista. “El rugby que nosotros pregonamos, de ningún modo encubre ni acepta el racismo ni mensajes agresivos, sino que intenta corregir a través de sus enseñanzas los errores, dar oportunidades y formar mejores personas. Y en estos casos se están juzgando hechos de hace 9 años, sin mirar el arrepentimiento, el aprendizaje, el crecimiento y los méritos posteriores que los llevaron a tan destacadas posiciones a través del rugby”, advirtieron desde el conjunto del noroeste de Buenos Aires.
Más tarde, fue el turno para Olivos Rugby Club. “Queremos expresar nuestro profundo malestar y total desacuerdo con las sanciones aplicadas por la UAR, que son de público conocimiento. Desde el club repudiamos todo comentario discriminatorio y xenófobo trabajando durante años para educar en valores y evitar así esas conductas y comportamientos repudiables, creyendo en el sincero arrepentimiento, el pedido de disculpas y en dar una segunda oportunidad. Por estos motivos y por considerada apresurada y extemporánea, planteamos nuestra disidencia y esperamos que la UAR revea las medidas dispuestas”, afirmó la institución a través de su presidente, Horacio Ghiorzi.
La historia tuvo un cambio radical, pero promete nuevos capítulos porque el final aún no se vislumbra en el horizonte. Por lo pronto, el rugby perdió una nueva oportunidad para establecer sanciones ejemplificadoras y enviar una señal hacia todos los niveles de su estructura. ¿Qué pasará en el futuro?