El Papa Francisco firmó esta semana la Bula de convocatoria del Jubileo 2025, un evento que congregará a más de 35 millones de peregrinos en Roma.

El pontífice argentino tiene la intención de que el evento sirva para hacerle un llamado a los países más ricos del mundo para erradicar la pobreza y terminar con las diferentes guerras que persisten en el planta.

"Que las naciones más ricas reconozcan la gravedad de tantas decisiones tomadas y determinen condonar las deudas de los países que nunca podrán saldarlas", afirmó en el texto.

"Antes que tratarse de magnanimidad es una cuestión de justicia, si verdaderamente queremos preparar en el mundo el camino de la paz, esforcémonos por remediar las causas que originan las injusticias, cancelemos las deudas injustas e insolutas y saciemos a los hambrientos", resaltó Jorge Bergoglio.

"No lo olvidemos: los pobres casi siempre son víctimas, no culpables", aseguró en la misiva, leída en la Basílica de San Pedro.

En la carta con la que invita al evento, que se desarrollará entre el 24 de diciembre del 2025 y el 6 de enero de 2026, Francisco denunció la "brutalidad de la violencia".

"¿Cómo es posible que su grito desesperado de auxilio no impulse a los responsables de las Naciones a querer poner fin a los numerosos conflictos regionales, conscientes de las consecuencias que puedan derivarse a nivel mundial?", cuestionó Francisco.

"¿Es demasiado soñar que las armas callen y dejen de causar destrucción y muerte?", remarcó el Papa.

"No pueden faltar signos de esperanza hacia los migrantes, que abandonan su tierra en busca de una vida mejor para ellos y sus familias", agregó el pontífice, en otro pasaje del texto.

Bergoglio pidió que a los refugiados y exiliados "se les garantice la seguridad, el acceso al trabajo y a la instrucción, instrumentos necesarios para su inserción en el nuevo contexto social".

Por último, Francisco se refirió a las desigualdades que existen en el mundo mientras algunas potencias gastan sumas astronómicas en su carrera armamentísticas y guerras.

"Con el dinero que se usa en armas y otros gastos militares, constituyamos un Fondo mundial, para acabar de una vez con el hambre y para el desarrollo de los países más pobres", concluyó.