Quién es el amigo de Alberto Fernández sindicado detrás de la estafa de $20 mil millones al ANSES

Vínculos políticos, negociados millonarios y trayectoria de contratos con el Estado: el perfil de Pablo Torres García, el amigo del expresidente Alberto Fernández beneficiado por el arreglo por más de $20 mil millones entre el Banco Nación y la ANSES, lo tiene de todo. Desde sus conexiones en la Ciudad de Buenos Aires hasta su mansión en la que hospedó a un excandidato en Pinamar, la trama de presunta corrupción destapada en los últimos días devela a la par la oscura historia de este poderoso broker de la alta alcurnia política.

Un monto anual de $20.000 millones era transferido desde la Administración Nacional de Seguridad Social (ANSES) a Nación Seguros, la aseguradora del Banco Nación, por orden de un decreto firmado en 2021 por el entonces mandatario Alberto Fernández que obligaba a los organismos estatales a contratar seguros a través del organismo. La medida, publicitada como un paso hacia la prudencia financiera, ocultaba en realidad una aparente estafa pública cuidadosamente erigida entre sobreprecios y tercerizaciones.

El negociado fue desarmado en los últimos días por decisión del saliente titular de la ANSES Osvaldo Giordano, quien dejará el puesto por decisión del presidente Javier Milei luego de que su esposa, la legisladora Alejandra Reyes, votara en contra de la "Ley Ómnibus" en Diputados. El hoy exfuncionario se va con una bomba que saca a la luz los supuestos arreglos entre la gestión del Frente de Todos y sus amistades en el mundo empresarial, donde cobra relevancia la enigmática figura de Pablo Torres García.

El millonario juego de Pablo Torres García

Pablo Torres García es un "hombre de negocios", aunque a partir de este viernes se habrá quedado sin uno de los más importantes. Comenzó su carrera en Provincia Seguros, donde consiguió sacar beneficios de las normativas que favorecen el rubro y así aproximarse a la dirigencia política; luego dio el salto a ramas diversas, del circuito vitivinícola al desarrollo inmobiliario, desde donde supo tejer una red de contactos tan compleja como codiciada para cualquier empresario en busca de influencia.

Su carrera lo llevó a vincularse con los principales nombres de la política nacional como el del multimillonario Nicolás Caputo, cercano al expresidente Mauricio Macri y a la administración porteña, quien lo propulsó para adueñarse de los contratos de seguros de la Ciudad hasta 2016; o el del exministro de Economía Sergio Massa, dirigente nodal del peronismo y excandidato en las últimas elecciones, a quien incluso hospedó en su lujosa mansión en Pinamar.

Pero su conexión más importante ha de ser la que lo unió con Alberto Fernández en 2021. Por decreto, el entonces jefe de Estado forzó a todas las entidades estatales a sellar contratos con Nación Seguros sin procedimiento de licitación alguno. La medida fue complementada con la disposición de sucesivas subcontrataciones a compañías privadas bajo la modalidad de "coaseguro" desde donde se habría favorecido a ciertos empresarios con entregas discrecionales, según se desprende del informe de Giordano.

Por su rol en el arreglo como intermediario, el juego le valía a Torres García una comisión tres veces por encima de la del mercado. A ello se sumaba otra larga lista de maniobras como los sobreprecios que cobraba Nación Seguros, que recibía una alícuota un 40% mayor a la común, o el hecho de que la ANSES percibía las transferencias casi seis meses después, por lo que el dinero ya llegaba devaluado. De acuerdo con Giordano, la artimaña le costó al organismo público entre un 40% y un 50% más de lo que debía.

Aquí resaltan otros nombres como el de Alberto Pagliano, titular de Nación Seguros y figura de extrema confianza de Fernández, con quien se conoció durante el menemismo hace ya treinta años. Destaca también Héctor Martínez Sosa, un broker casualmente casado con una secretaria del expresidente llamada María Cantero. Junto a ellos actuaron Carlos Soria, Gustavo García Argibay y, especialmente, Lisandro Cleri, ligado a Massa, quien fue el encargado de firmar el contrato con Nación Seguros.

Aunque resulta impresionante la acusación de la estafa de $20.000 millones a la ANSES, el perfil de Torres García está repleto de controversias. El empresario logró amasar una considerable fortuna gracias a diversos negocios en los que apareció vinculado a la política y los fondos estatales. Posee la bodega Rossel Boher y la compañía Cerro Bayo, en Villa La Angostura, e incursionó en inversiones inmobiliarias nada desdeñables en Tigre de la mano de su amigo Massa, exintendente local.

Asimismo, el broker quedó involucrado en varios escándalos, entre ellos un estruendoso caso de corrupción en Chubut con una empresa de participación estatal de la que fue apartado, o su pasado con las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo (ART). Su nombre, habitual en los círculos de la alta política pero hasta el momento invisible al ojo público, comienza a desfilar recién ahora por los principales medios del país. Pronto hará lo propio en los pasillos de los tribunales judiciales.