Por segunda vez desde que Javier Milei llegara a la Casa Rosada, la Confederación General del Trabajo (CGT) llevó a cabo un paro general en todo el país.

La medida de fuerza, impulsada contra la política de ajuste fiscal del Gobierno y las reformas incluidas en el paquete fiscal, la Ley Ómnibus y el DNU 70/2023, tuvo un acompañamiento de diferentes sectores. Como consecuencia, este jueves amaneció con las calles vacías.

Luego de concretar el paro, las autoridades de la central obrera argentina dieron una conferencia de prensa en la que apuntaron contra la administración de La Libertad Avanza.

"La contundencia del paro que vimos hoy demuestra que el Gobierno debe tomar nota. Nosotros tomamos nota del acompañamiento, el Gobierno debe tomar nota y reconfigurar su política de ajuste, que nos está llevando a extremos. Lejos de ser sustentable, se está llevando a extremos a sectores de la ciudadanía que difícilmente se puedan recuperar si esto sigue", advirtió Héctor Daer, uno de los triunviros.

"Lo que pretendemos es que se tome nota. Una medida de fuerza no tiene un fin en sí mismo, si no ser una apoyatura a un reclamo preciso y claro, que fue la agenda que nos llevó a tomar esta medida de fuerza", remarcó el sindicalista del área de sanidad, en la sede que la CGT tiene en la calle Azopardo.

"No vamos a contestar con agresiones a nadie, sólo les pedimos que tengan la precaución de ser educados, democráticos, civilizados, la CGT está dispuesta a conversar, no a través de insultos ni banalización de una medida tan importante como la de hoy", remarcó.

Por su parte, Pablo Moyano, del Sindicato de Camioneros, consideró que el paro general "le dolió" al Gobierno Nacional.

"Si hubiera sido un fracaso como dijo la ministra no tendrían necesidad de responder. Felicito a todos los que salieron a bancar el paro. Lo que nos digan estos personajes nos tienen sin cuidado", insistió.

Desde la central obrera pusieron énfasis en que la intención es dialogar con el Gobierno "sin insultos".

Del otro lado del mostrador, buscaron restarle importancia al paro, aunque muchos remarcaron que la medida de fuerza representó una pérdida $500 millones.