River logró un agónico empate ante Atlético Paranaense por los octavos de la Libertadores
River comenzó su camino en la fase eliminatoria de la Copa Libertadores con el sufrimiento como protagonista. En el Arena da Baixada, el elenco dirigido por Marcelo Gallardo empató 1-1 de manera agónica ante Atlético Paranaense en el marco de la ida de los octavos de final del certamen continental. Aunque se marchó con un sabor agridulce por no haber superado en el resultado a un rival al que dominó en el encuentro, obtuvo un resultado que le permite avizorar con optimismo el choque de vuelta en el Monumental.
El conjunto de Núñez, que arribó luego de cosechar tres victorias consecutivas en la Copa de la Liga Profesional, exhibió la intención de adueñarse de la iniciativa desde los primeros compases del compromiso mediante el desarrollo de un trabajo colectivo específico cuando carecía de la posesión. La intensa presión que ejerció en la salida terrestre contraria o cuando perdía el balón en el campo rival le permitió gozar de un dominio geográfico desde el comienzo del partido. En consecuencia, ocasionó que el equipo brasileño tuviera un rol secundario en el desarrollo del enfrentamiento.

En este escenario, el cuadro argentino solo requirió de escasos segundos para coquetear con la inauguración del resultado a través de un centro desde la izquierda de Matías Suárez, que desequilibró al recostarse sobre el extremo del campo, y un posterior cabezazo de Rafael Santos Borré en el área chica que fue detenido con facilidad por Bento, tercer arquero de Paranaense y que debutó en el club debido a que Santos y Jandrei, las principales alternativas, fueron dos de los seis casos positivos por coronavirus que anunció la institución de Curitiba el último lunes.
La mentalidad ofensiva del Millonario se diferenció de la postura conservadora por la cual apostó el Furacão, que llegó después de obtener cuatro triunfos al hilo en el Brasileirao, donde se ubica en la novena posición. El dueño de casa se replegó en su propio terreno y ejerció una defectuosa presión cuando la pelota se aproximaba hacia la zona medular. Por lo tanto, la incapacidad de interrumpir los circuitos de juego de River derivó en que sus contragolpes sean esporádicos y no logró abastecer a sus delanteros Reinaldo, Renato Kayzer y Carlos Eduardo.
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Con el monopolio de la tenencia, River atravesó con paciencia las diversas escalas de la cancha. El deficiente y pasivo trabajo de Paranaense en la faceta defensiva propició que Enzo Pérez contara con llamativas comodidades en la gestación del juego y adquiriera un papel protagónico a partir de la libertad que le concedían. Las intervenciones del ex futbolista de la Selección Argentina desembocaron de manera natural en las apariciones con espacios de Santiago Sosa, Ignacio Fernández y Nicolás de la Cruz, quienes intentaron profundizar para localizar a Borré y Suárez.

Pese a ejercer un control territorial, River fue irresoluto en ataque y disminuyó sus aproximaciones hacia el arco de Bento con la progresión del cotejo. De hecho, solo volvió a inquietar con una maniobra detenida. Cuando transcurrían los 33 minutos, Nacho Fernández ejecutó un córner desde la izquierda y halló en soledad en el punto del penal a Paulo Díaz, quien conectó de cabeza y su remate de pique hacia el piso volvió a ser desviado hacia el tiro de esquina por el joven arquero, que superó el examen en su debut en Primera División.
River siguió careciendo de profundidad en el comienzo del complemento y dio lugar a una réplica de Paranaense, que brindó una cuota de inyección letal con una acción que tuvo como actores estelares a dos futbolistas que entraron para el inicio de la segunda etapa por orden del entrenador Paulo Autuori. A los 12’, Erick observó el panorama y lanzó un envío aéreo desde el sector derecho que, tras un movimiento de distracción del ingresado Walter, cayó en Guilherme Bissoli, que había reemplazado a Kayzer y, después de efectuar un control con el pecho, remató de media vuelta desde la medialuna del área y estableció el 1-0.
Solo unos minutos después de ponerse en ventaja, Paranaense se encontró frente a un imponderable. A los 22’, Reinaldo cometió una infracción en la mitad de la cancha en perjuicio de Gonzalo Montiel y, de inmediato, el árbitro colombiano, Andrés Rojas, lo expulsó por doble amonestación. En superioridad numérica, Gallardo determinó una nueva modificación para intensificar las búsquedas ofensivas de River y optó por Lucas Pratto, quien sustituyó a un Milton Casco que tuvo una baja injerencia en ataque.

Las expediciones de River con el objetivo de restablecer la igualdad fueron incesantes desde que Reinaldo recibió la tarjeta roja. En este panorama, Paranaense depositó sus esperanzas en resguardar la diferencia con una línea defensiva compuesta por cinco futbolistas, pero comenzó a padecer mayores sobresaltos en el ocaso del partido. A los 39’, Julián Álvarez se encargó de un córner desde la derecha y halló en el primer palo a Carrascal, quien impactó de cabeza, pero el balón se estrelló en el travesaño, picó en la línea del arco y luego fue despejado de manera agónica por Pedro Henrique.
Las ilusiones de River empezaban a desvanecerse, pero un héroe inesperado le otorgó la tranquilidad que anhelaba. A los 45’, en unas de las últimas jugadas de la jornada, Álvarez ejecutó un nuevo tiro de esquina desde la derecha y consiguió asistir a Díaz, quien se impuso en las alturas ante el marcaje de Thiago Heleno y, a diferencia del desenlace infructífero que tuvo en el primer período, conectó de cabeza, superó la resistencia del joven Bento y firmó el agónico 1-1.
El resumen del enfrentamiento se exhibe en el malestar que demostró Gallardo en final, ya que consideró que el árbitro Rojas agregó pocos minutos e impidió que continuara la búsqueda de River por la victoria. Aunque el último subcampeón de la Libertadores no se adueñó del triunfo, consiguió un empate que adquiere valor por el gol de visitante. Ahora, comienza a vislumbrar el desenlace de la serie, que concluirá el próximo martes 1 de diciembre, a partir de las 19.15, en el Monumental.
Formaciones
Atlético Paranaense: Bento; Erick, Pedro Henrique, Thiago Heleno, Joao Victor (ST 30’ Felipe Aguilar); Léo Cittadini, Wellington, Richard (ST 34’ Luis González); Reinaldo, Renato Kayzer (ST Guilherme Bissoli) y Carlos Eduardo (ST Walter). DT: Paulo Autuori.
River: Franco Armani; Gonzalo Montiel, Paulo Díaz, Javier Pinola, Milton Casco (ST 29’ Lucas Pratto); Santiago Sosa, Enzo Pérez, Nicolás de la Cruz (ST 13’ Jorge Carrascal); Ignacio Fernández; Rafael Santos Borré (ST 21’ Julián Álvarez) y Matías Suárez. DT: Marcelo Gallardo.
Goles: ST 12’ Guilherme Bissoli (PAR) y 45’ Paulo Díaz (RIV).
Amonestados: PT 27’ Léo Cittadini (PAR), 28’ Carlos Eduardo (PAR) y 35’ Reinaldo (PAR). ST 22’ Reinaldo (PAR), 37’ Gonzalo Montiel (RIV)
Incidencias: ST 22’ Reinaldo fue expulsado por doble amarilla (PAR).
Estadio: Arena da Baixada (Curitiba, Brasil).
Árbitro: Andrés Rojas (Colombia).