River venció a Atlético Paranaense y selló su pasaje a los cuartos de final de la Libertadores
En el Libertadores de América, River volvió a padecer la falta de precisión en ataque, pero obtuvo un beneficio en la agonía del partido y derrotó 1-0 a Atlético Paranaense, que había llegado diezmado a la cita, en el choque de vuelta de los octavos de final de la Copa Libertadores. Después de la igualdad 1-1 en la ida disputada en el Arena da Baixada, de Curitiba, el elenco dirigido por Marcelo Gallardo selló la clasificación en Avellaneda y se aseguró un lugar en los cuartos de final del certamen continental.
La actitud que exhibieron los dos equipos ocasionó reiteradas interrupciones en el comienzo del partido, donde ningún elenco consiguió adueñarse del protagonismo durante los primeros compases. Pese a que el Furacão arribó con 15 bajas en su plantel, como consecuencia de 11 casos de coronavirus, tres lesiones y una suspensión, demostró valentía y ejerció una presión que le permitió interceptar los circuitos de juego del Millonario, que solo brindó escasas concesiones defensivas. La monotonía del encuentro se esfumó cuando, a los seis minutos, Lucho González remató desde la puerta del área tras un pase de Carlos Eduardo y exigió la reacción de Franco Armani, que controló el balón en dos tiempos.

El conjunto de Núñez, que apostó por una línea defensiva compuesta por cinco futbolistas, intentó obtener un rédito de las proyecciones simultáneas de los carrileros Gonzalo Montiel y Milton Casco. De hecho, su respuesta en ataque se produjo a través de los dos laterales: después de un centro desde la derecha de Montiel, que no pudo conectar Nicolás de la Cruz de manera precisa, Casco capturó el rebote en el interior izquierdo del área y ensayó un disparo que se marchó a instancias del poste derecho del arquero Bento, que no tenía a ningún potencial reemplazante en el banco de los suplentes por las ausencias que sufrió su equipo.
El cuadro de Curitiba, por su parte, depositó sus esperanzas ofensivas en transiciones veloces de defensa a ataque. En este escenario, buscó, con frecuencia, a Carlos Eduardo, quien aprovechó los espacios que otorgó Montiel con sus constantes escaladas y lanzó reiterados centros que se dirigieron a la espalda de Javier Pinola, que en ocasiones sufrió la falta de respaldo de Casco. No obstante, el club brasileño transmitió mayor peligro mediante acciones detenidas, donde el elenco argentino volvió a demostrar dificultades en la marca.
Con la progresión del duelo, River despejó las incógnitas más importantes en su juego y desarrolló un dominio geográfico. La supremacía se argumentó en el incremento de las intervenciones de Enzo Pérez, quien había participado de manera esporádica en los minutos iniciales y desembocaba en las excesivas conducciones con la pelota de Paulo Díaz y Pinola. Con mayor protagonismo del ex volante de la Selección Argentina, los comandados por el Muñeco se beneficiaron de una fluidez en la distribución del balón y, en consecuencia, localizaron en sectores de injerencia a Ignacio Fernández y De La Cruz.
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En el marco de su leve superioridad en el transcurso del enfrentamiento, River creó la oportunidad de peligro más relevante de la primera etapa. A los 28’, Pérez observó el panorama a instancias del círculo central y jugó con Nacho Fernández, quien recibió con comodidad y tuvo el tiempo requerido para filtrar un pase hacia Matías Suárez, que se escapó por detrás de Erick, ingresó al área por el sector izquierdo y sacó un tiro que se desvió en el pie derecho de Bento y se estrelló en el primer poste del arco.
River intensificó su dominio en el complemento y volvió a coquetear con la inauguración del resultado. A los 10’, De La Cruz ejecutó un potente tiro libre frontal y se encontró con la resistencia de Bento, quien despejó hacia la zona derecha. Sin embargo, Casco se adueñó del rebote y lanzó un envío aéreo que halló en el primer palo a Rafael Santos Borré, quien conectó de cabeza y, cuando la pelota prometía ingresar contra el segundo palo, el arquero juvenil impidió, una vez más, la caída de su valla y se erigió como unas de las figuras de la jornada.

En este panorama, Atlético Paranaense optó por una postura más conservadora en el segundo período, se replegó aún más en su propio campo y disminuyó la frecuencia de sus réplicas. De todas maneras, los dirigidos por Paulo Autuori se las ingeniaron para contestar al ataque del local: Christian, quien se convirtió en uno de los baluartes del equipo visitante en la mitad de la cancha, se aventuró hacia el sector ofensivo y disparó desde media distancia, pero su tiro fue contenido con facilidad por Armani.
Los reiterados intentos de River brindaron frutos en el ocaso del partido. Jorge Carrascal, que ingresó en la segunda parte para aportar una cuota extra de desequilibrio individual, llegó hasta el fondo del terreno por el carril izquierdo y jugó un pase hacia atrás que arribó a los pies de Borré, quien fue derribado desde atrás por Christian. Por lo tanto, el árbitro venezolano, Jesús Valenzuela, sancionó penal sin vacilar. A los 38’, De La Cruz se encargó de la ejecución y su disparo cruzado impactó en el palo derecho en dos ocasiones, pero el uruguayo tomó el rebote y empujó el balón al fondo de la red para decretar el 1-0.
River resistió con solvencia los últimos arrebatos ofensivos de Paranaense, que pagó caro su pasividad durante la mayor parte del compromiso, y selló el boleto hacia los cuartos de final de la Libertadores. El equipo de Gallardo, que fue subcampeón en la pasada edición de la competencia continental, se enfrentará en la siguiente instancia con el ganador del cruce entre Independiente del Valle y Nacional de Montevideo, que en la ida empataron 0-0 en la altura de Quito. Los partidos de la próxima ronda se desarrollarán en la semana del 10 y 17 de diciembre.
Formaciones
River: Franco Armani; Gonzalo Montiel, Robert Rojas, Paulo Díaz, Javier Pinola, Milton Casco; Enzo Pérez, Ignacio Fernández (ST 23’ Jorge Carrascal), Nicolás de la Cruz (ST 43’ Leonardo Ponzio); Matías Suárez (ST 32’ Julián Álvarez) y Rafael Santos Borré. DT: Marcelo Gallardo.
Atlético Paranaense: Bento; Pedro Henrique, Thiago Heleno, Lucas Halter (ST 40’ Guilherme Bissoli); Erick, Richard (ST 31’ Wellington), Christian, Léo Cittadini; Luis González (ST 23’ Ravanelli), Carlos Eduardo (ST 31’ Fabinho); Walter (ST 23’ Renato Kayzer). DT: Paulo Autuori.
Gol: ST 38’ Nicolás de la Cruz (RIV).
Amonestados: PT 1’ Walter (PAR), 14’ Milton Casco (RIV) y 31’ Nicolás de la Cruz (RIV). ST 6’ Erick (PAR).
Estadio: Libertadores de América (Avellaneda).
Árbitro: Jesús Valenzuela (Venezuela).