La confesión de Chimy Ávila: "Si no me lesionaba, entraba como por un tubo al Barcelona"
En enero pasado, Barcelona comenzó la búsqueda de un futbolista que pudiera reemplazar en el resto de la temporada a Luis Suárez, quien había sufrido una lesión en el menisco de la rodilla derecha. La opción que contemplaban los directivos era la de un jugador que se había convertido en una de las revelaciones de La Liga durante las dos últimas campañas: Ezequiel Ávila.
Sin embargo, el Chimy se encontró con un obstáculo en el camino. El 24 de enero, en el duelo de Osasuna frente a Levante, el marco de la jornada 21 del certamen doméstico, el argentino fue víctima de una rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda, que lo obligó a someterse a una intervención quirúrgica en la Clínica Universidad de Navarra.
“La única forma de que se diera era que se fuera un jugador de ellos o por lesión, y no va que me lesiono yo y se lesiona Dembelé. Si no, entraba como por un tubo al Barcelona. Pero yo no le daba importancia, yo lo que quería era jugar. Mucha gente me decía: ‘No jugués’, pero el que le está pagando la comida a mi hija era el Osasuna, no me salía del alma hacerme el lesionado”, confesó el delantero en diálogo con Fox Sports Radio.
Mientras lo vinculan con una posible transferencia a Inter, que lo mantiene en la órbita como posible sustituto de Lautaro Martínez, quien podría arribar al Culé, el atacante surgido en las Divisiones Inferiores de Tiro Federal ratificó su compromiso con Osasuna, donde posee contrato con vigencia hasta el 30 de junio de 2023.

"El compromiso lo tengo con Osasuna. No con Barcelona, ni Real Madrid, ni Inter, ni ninguno de esos. Voy a cumplir con la gente que me está pagando y con la gente que quiere ver nuestro espectáculo", aclaró el jugador, quien emigró a Europa a mediados de 2017 para incorporarse a Huesca.
https://twitter.com/FOXSportsArg/status/1262516790300676097
El ex San Lorenzo, cuya cláusula de rescisión es de 25 millones de euros, recordó cómo se produjo su llegada a la entidad de Boedo, tras haber trabajado como albañil: “Debuto a los 15 años en el Nacional B, me pone Tito Rebottaro, después tuve un incidente con Tiro a los 18, que me deja afuera del fútbol hasta los 20. A San Lorenzo volví con 10 kilos de más. Con los asados en las obras...”.
“Tuve este incidente me acusan de robo calificado y tentativa de homicidio, hace poco se resolvió que soy inocente. Las pruebas eran falsas y perdí dos años de mi carrera. Me acusaron de robo, de haber querido matar al presidente del club (Tiro Federal)”, explicó sobre uno de los momentos más complejos de su vida.