Con el asenso de Platense salieron a la luz una serie de videos y anécdotas del baúl de los recuerdos, entre ellos, el video de un nene que en el programa Video Match de Marcelo Tinelli, prefirió no tomar un helado y un regalo antes de renunciar a su club, Platense.


https://twitter.com/Fedeetineo/status/1356213704682074113

La verdadera historia de maltrato infantil salió hoy a la luz, cuando el propio joven, llamado Federico y que hoy tiene 27 años, rompió el silencio sobre el video viral en el que se lo ve con Tinelli, hace 23 años.

, escribió Federico Tineo en su cuenta de Twitter, acompañado del video viral que en las últimas horas inundó las redes sociales con el ascenso de Platense.

Pero el descargo de Fede no terminó allí, sino que siguió su desahogo en redes sociales, contando el horror y el maltrato que le hacía pasar su padre.

dijo.

Y siguió: "Y su mirada de aprobación. El terror con el que me acerqué a mi viejo. Porque yo tenía que ser sí o sí de platense. No podía elegir otro club, porque sino se me venía la noche. No se si alguien leerá esto, pero me estoy sacando un tremendo peso de encima al contarlo".

cerró el joven, que tras su descargo recibió cientos de mensajes de apoyo.

"Que bajon lo que contas! Los padres deberían dejar a los hijos elegir su camino… Al principio y con el video, parecía ser una linda historia con tu viejo. Lo lamento mucho hermano, te abrazo fuerte y hoy día podes elegir pasarte a la banda y sentir, por que no, un gran cariño por el calamar, o viceversa. Pero nunca dejes de elegir tu destino… ", fueron algunos de los mensajes que se leyeron en la red social.

Luego de la viralización de su descargo, el joven habló con el portal Infobae, a quien le admitió que en ese momento su viejo "me disfrazó de pies a cabeza de Platense. Y Tinelli me vio y me hizo pasar adelante de la cámara", dijo.

Además, contó que su niñez fue un infierno ya que sus padres estaban separados y le tocaba ver a su viejo, un hombre maltratador, los martes y los domingos.

“Sufría maltrato físico y psicológico. Obvio que no era solo por el tema fútbol. Eran golpizas muy fuertes y me amenazaba con que si yo abría la boca podía ser mucho peor”, recordó.

“Yo me la pasaba volviendo con marcas en el cuerpo. Y mi vieja (quien también había sido una víctima de este hombre), cuando me preguntaba qué me había pasado, yo decía que me había golpeado solo. Hasta que no me quedo otra que pedir ayuda a gritos”.

A los ocho años, sufrió la última paliza de su vida: Inmediatamente después, la Justicia intervino y, afortunadamente, perdió contacto con él para siempre. “En su momento creyeron que él podía matarme. Por eso dieron la restricción de 300 metros. Me pasé una gran parte de mi vida viviendo con un botón antipánico, por si él aparecía”, sentenció.