Novak Djokovic y su esposa dieron negativo en un nuevo test de coronavirus
Novak Djokovic ingresó en el centro de la polémica luego de los sucesos desencadenados por el Adria Tour, la gira de exhibición que organizó e impulsó. El torneo generó contagios masivos de coronavirus y, entre los afectados, se encontraron el propio Nole y su esposa Jelena Ristic. Sin embargo, ambos se sometieron a un nuevo test y dieron negativo.
“Novak y Jelena no sentían síntomas del virus, y se sometieron al test por un acuerdo previo con los médicos”, expresó en un comunicado la agencia de relaciones públicas del ganador de 17 títulos de Grand Slam. La primera prueba a la cual habían sido sometidos y obtuvieron un resultado positivo fue el pasado 23 de junio.
El número uno del ranking mundial y su pareja transcurrieron los últimos 10 días en confinamiento y cumpliendo con los protocolos y las pautas de seguridad sanitaria. Según informó el tenista en primera instancia, los hisopados también les fueron efectuados a sus hijos, pero los exámenes determinaron que no habían contraído la enfermedad.
El certamen que promovió el deportista se llevó a cabo en las ciudades de Belgrado (Serbia) y Zadar (Croacia). La final que debían disputar el líder del escalafón internacional y el ruso Andrey Rublev fue cancelada luego de que se confirmara el primer caso de COVID-19 entre los participantes: Grigor Dimitrov reveló su estado de salud después de haber recibido el resultado de su test en Montecarlo.
Además de Djokovic, su esposa y el búlgaro, se infectaron los tenistas Borna Coric, Viktor Troicki y su pareja Aleksandra, Goran Ivanisevic y Marco Panichi (uno de los entrenadores y preparador físico de Nole, respectivamente), Kristijan Groh, el coach de Dimitrov, y el basquetbolista Nikola Jokic, estrella de Denver Nuggets.
Mientras aguardaba una evolución para retomar los entrenamientos con vistas a la reanudación de la actividad oficial, Djokovic protagonizó un acto benéfico: donó más de 40.000 euros a la localidad de Novi Pazar, que se encuentra ubicada en el sudeste de Serbia y es una de las ciudades más damnificadas del país por la diseminación de la pandemia del coronavirus.