El 8 de diciembre de 1980, cinco disparos de revólver hicieron estruendo en Nueva York y repercutieron por todo el mundo.

John Lennon, ex Beatle, ícono del rock, activista político, esposo y padre moría impactado por cuatro de los proyectiles. Su asesino, Mark David Chapman, era un fanático desequilibrado que había viajado desde Hawaii y había esperado todo el día frente a la residencia del músico para cometer el acto que lo vincularía para siempre con su ídolo.

Si bien estos hechos son conocidos, tanto por aquellas generaciones que recuerdan esa noche lamentable como por los que se han informado a través de la divulgación mediática, nada de lo que se ha dicho y analizado a lo largo de los años, ha podido darle razón a la tragedia ni cerrar del todo la herida que causó.

Horas antes del deceso, Lennon le había firmado a su asesino una copia de Double Fantasy, el último disco en el que pudo participar el cantante que murió de camino al Hospital de Roosevelt acompañado de su pareja Yoko Ono. 

Chapman fue condenado a cadena perpetua después de declararse culpable de asesinato en segundo grado, pero con la posibilidad de pedir libertad condicional cuando cumpliera 20 años de sentencia. 

En agosto de este año el homicida de Lennon solicitó por décima vez la libertad condicional, petición que le fue negada como en todas las oportunidades anteriores. 

A 39 años del asesinato de John Lennon
John Lennon junto a su gran amor, Yoko Ono.
A 39 años del asesinato de John Lennon
Mark David Chapman, quien asesinó a John Lennon con cinco disparos por la espalda.