El clásico "El ciudadano", ópera prima de Orson Welles considerada como una de las más grandes obras maestras de la historia del cine por su notable innovación al combinar por primera vez distintos recursos de imagen y sonido de vanguardia en su época y una construcción narrativa no lineal, estrenaba hace 80 años en la ciudad de Nueva York.

Estrenada por RKO Pictures ganó un Óscar al mejor guion original para Herman J. Mankiewicz y el propio Welles. Ese sería el único Óscar conseguido por Welles en toda su carrera, a excepción del honorífico de 1970. También estuvo entre las candidatas al Óscar en otras ocho categorías: mejor película, mejor director, mejor actor principal, mejor dirección artística, mejor fotografía, mejor banda sonora, mejor sonido y mejor montaje.

La historia está basada en la vida del magnate William Randolf Hearst en el personaje de Charles Foster Kane, un personaje interpretado por Welles.

Durante su estreno, Hearst prohibió mencionar la película en sus periódicos. La carrera de Kane en la industria editorial nace del idealismo y del servicio social, pero evoluciona gradualmente en una implacable búsqueda de poder. Narrada principalmente a través de flashbacks, la historia se cuenta a través de la investigación de un periodista que quiere conocer el significado de la última palabra que dijo el magnate antes de morir, Rosebud.

Welles llegó a Hollywood luego de haber alcanzado el éxito en el teatro y de un episodio que pasó a la historia de la radiofonía mundial con la emisión de La guerra de los mundos en 1938, que provocó, por la manera en que estaba siendo narrada que muchos de los oyentes creyeran realmente que la tierra estaba siendo atacada por seres de otro planeta. La desesperación del publico alcanzó tal magnitud que se reportaron casos de suicidios.

En 1939 la productora RKO Pictures lo ofreció un contrato el cual firmó y le otorgaron libertad para desarrollar su propia historia y usar su propio reparto y equipo de rodaje, algo poco frecuente para un director novel. Después de dos intentos frustrados de concretar un proyecto, desarrolló el guion de Citizen Kane con Herman Mankiewicz.

Y si bien fue un éxito entre la crítica, Citizen Kane fracasó en recuperar su costo en la taquilla. La película cayó en el olvido poco después, pero su reputación mejoró, primero, con la crítica francesa y, sobre todo, después de su reestreno estadounidense en 1956. Hay un cierto consenso entre la crítica de que Citizen Kane es la mejor película que se ha rodado, lo que ha llevado a Roger Ebert a decir: «Está decidido: Citizen Kane es, oficialmente, la mejor película de la historia».

Encabezó la lista AFI"s 100 años... 100 películas, elaborada en 1998, y su actualización del año 2007 con motivo del décimo aniversario. También lideró todas las votaciones de la revista Sight & Sound de las diez mejores películas durante casi medio siglo.