31/01/2025
La farmacéutica y nutricionista española María de los Ángeles García García, más conocida como Boticaria García, explica que ambas opciones tienen un alto valor nutricional y son aptas para la mayoría de las personas. Sin embargo, presentan algunas diferencias clave:
Proteínas: La leche de cabra tiene una estructura proteica más similar a la de la leche materna, lo que la hace más fácil de digerir para algunas personas.
Grasas: Contiene glóbulos de grasa más pequeños, lo que mejora su digestibilidad.
Colesterol: Posee entre un 30% y un 40% menos colesterol que la leche de vaca.
Omega-6: Su mayor concentración de ácidos grasos esenciales es beneficiosa para la salud cardiovascular.
En general, si bien ambas leches aportan nutrientes esenciales, la de cabra puede ser una mejor alternativa para quienes tienen problemas digestivos o dificultades para absorber ciertos nutrientes.
Según investigaciones de la Universidad de Granada, la leche de cabra tiene propiedades especiales que la convierten en una excelente opción para ciertos grupos de personas:
Personas con anemia: Su alto contenido en hierro, calcio, fósforo y magnesio contribuye a mejorar la absorción de estos minerales esenciales.
Intolerantes a la lactosa: No es libre de lactosa, pero muchas personas con intolerancia leve la toleran mejor que la de vaca.
Salud ósea: Su concentración de calcio y otros minerales es ideal para prevenir la osteoporosis.
Corazón y colesterol: Su menor contenido de colesterol y alto porcentaje de ácidos grasos esenciales ayudan a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Si no tenés problemas digestivos y preferís un sabor más familiar, la leche de vaca sigue siendo una opción válida. Pero si buscás una alternativa más fácil de digerir y con más beneficios para el corazón y los huesos, la leche de cabra podría ser la elección ideal. ¿Te animás a probarla?
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