Templo Filadelfia: los acusados de la secta religiosa que operaba en La Matanza se negaron a declarar

El juicio por la causa a la secta religiosa del 'Templo Filadelfia' por trata de personas, reducción a la servidumbre y abuso sexual agravado en perjuicio de una decena de víctimas, se desarrolló una nueva audiencia en donde las 28 personas imputadas se negaron a declarar. La causa se está desarrollando en el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°2 de San Martín.

Algunos de los imputados estaban presentes en el tribunal para su declaración mientras que otros lo hicieron de forma virtual desde la plataforma Zoom, pero todos se llamaron al silencio en el interrogatorio que realizó Fernando Marcelo Machado Pelloni.

Leer más: Invasión de hormigas voladoras en el Conurbano y en la Ciudad de Buenos Aires

Pese a que los 28 imputados se negaron a declarar en la causa, una de las imputadas avisó que hablará en la próxima jornada en la que se trate la causa, el próximo viernes 8 de noviembre.

El interior del Templo Filadelfia

Eva Petrona Pereyra es una mujer de 80 años acusada de ser la líder principal del 'Templo Filadelfia' y se encuentra detenida en el Complejo Federal N°4 de Ezeiza y también se negó a declarar. Además de Pereyra, al frente de la organización ilícita estaba Divina Luz Pereyra, hermana de Eva, y su sobrina Adriana Carranza, pero ambas fallecieron.

El templo estaba ubicado en la calle Centenera al 3715 en la localidad de San Justo perteneciente al partido de La Matanza.

La Policía Federal indagando en el templo

Según se denuncia en los documentos presentados ante la Justicia, la organización está acusada de captar personas, principalmente menores de edad, en situación de vulnerabilidad a quienes les hacían creer que Dios los había elegido para ir a vivir al templo.

Una vez que se instalaban en la sede, los hacían despojarse de todos sus bienes de valor y entregarlos, acto seguido se les aplicaba un adoctrinamiento religioso, debían cumplir jornadas laborales de doce horas sin paga y vivían en pequeñas habitaciones en que se encontraban en muy mal estado. Sumado a esto, se les aplicaban castigos físicos a los que cometían algún error o desobedecían alguna regla.