El bodegón porteño que conquistó Palermo con los mejores canelones de Buenos Aires

Una experiencia auténtica en Palermo

Los bodegones porteños son el corazón de la gastronomía argentina, y 'El Alvear', ubicado en Silvio L. Ruggieri 2700, en Palermo, es un claro ejemplo de por qué estos lugares son tan queridos por porteños y turistas.

Con un ambiente familiar y acogedor, este bodegón combina sabores caseros, porciones generosas y precios accesibles, lo que lo convierte en una opción ideal para disfrutar de una comida tradicional en la ciudad.

El plato estrella: canelones caseros que enamoran

Si hay un plato que destaca en 'El Alvear', son los canelones caseros. Con un relleno abundante y un sabor que evoca las recetas de la abuela, estos canelones son el preferido de quienes visitan el lugar.

Sin embargo, la carta no se queda ahí:

• Revuelto gramajo: una delicia porteña ideal para compartir.
• Tortilla 'babé': jugosa y hecha a la perfección.
• Milanesas y asado: clásicos argentinos para todos los gustos.
• Ravioles y guisos: opciones caseras y reconfortantes.
• Postres imperdibles: como el flan casero y el helado artesanal.

Cada plato está elaborado con ingredientes frescos y se sirve en porciones generosas, perfectas para compartir y disfrutar en grupo.

Una ubicación estratégica en el corazón de Palermo

'El Alvear' está situado en uno de los barrios más prestigiosos y tranquilos de la ciudad, cerca del Parque Las Heras, lo que lo convierte en un refugio ideal para quienes buscan escapar del ajetreo del centro porteño.

Cómo llegar:

• Líneas de colectivo cercanas: 93, 95, 41, 110 y 128.
• Subte: estación Bulnes de la línea D, a pocas cuadras a pie.

Esta conectividad lo hace accesible tanto para los vecinos del barrio como para quienes vienen desde otras zonas de la ciudad.

Una tradición gastronómica que no pasa de moda

Los bodegones como 'El Alvear' representan mucho más que un lugar para comer: son un homenaje a las tradiciones culinarias de Buenos Aires. Este rincón en Palermo se destaca por su atención cálida, su ambiente acogedor y, por supuesto, su cocina casera que invita a volver una y otra vez.