01/02/2025
BONA DATA
Moreno, un partido ubicado en el borde del Segundo Cordón del Conurbano bonaerense, destaca por su pobreza extrema y su crecimiento poblacional acelerado. Según datos del último Censo Nacional, la población creció un 30% en solo 12 años, alcanzando cerca de 350.000 habitantes. Sin embargo, las condiciones de vida de muchos de sus habitantes siguen siendo precarias, con una gran mayoría viviendo en condiciones de miseria.
En muchas zonas de Moreno, las calles siguen siendo de tierra, lo que dificulta el acceso de ambulancias y patrulleros, especialmente cuando llueve. 'Hace 40 años, Moreno era una zona de quintas, como General Rodríguez. Se conurbanizó en forma rápida, descontrolada y caótica', explica un concejal oficialista, quien además remarca el aprovechamiento político que ha hecho la clase dirigente de la situación de pobreza extrema. En este contexto, ocho de cada diez familias viven sin cloacas, lo que provoca graves problemas de salubridad. Las necesidades básicas, como el gas de red, tampoco están garantizadas: más de la mitad de la población utiliza garrafas, mucho más caras que el gas de red, para cocinar o bañarse.
Mariel Fernández, actual intendenta de Moreno, es una ex piquetera del Movimiento Evita que llegó al poder tras un largo recorrido político. Su gestión ha sido criticada por la falta de avances en las condiciones de vida de los vecinos, a pesar de que en su mandato se ha observado una leve mejora en la cobrabilidad de las tasas comunales. Desde su llegada, el porcentaje de ciudadanos que paga el ABL subió del 25% al 65%, pero gran parte de este pago se realiza por la boleta de Edenor, ya que la gente teme que le corten el servicio eléctrico.
La usurpación de tierras es un fenómeno creciente en Moreno, lo que contribuye al rápido aumento de su población. Según el 'mapa de la pobreza crónica', elaborado por CIPPEC, más del 32% de las viviendas en el municipio son ranchos o casillas con pisos de tierra, y más del 80% carece de acceso a la red cloacal. Esta situación empeora la calidad de vida de los habitantes y refleja la falta de políticas públicas efectivas para combatir la pobreza estructural que afecta a Moreno.
La inseguridad es otro de los graves problemas que enfrenta Moreno. Un reciente episodio de represión en la puerta del municipio, donde manifestantes de la comunidad de deliverys protestaban por el asesinato de un joven, puso en evidencia la creciente violencia en la zona. La protesta fue sofocada por la policía provincial, lo que aumentó las tensiones sociales en el municipio.
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